Este 17 de octubre Periodismo de Barrio cumple siete años. Por eso, hoy respondemos varias preguntas para recordar los principales temas, coberturas e historias que hemos compartido contigo desde 2015.
¿Qué temas ha tratado Periodismo de Barrio en estos siete años?
Durante estos siete años hemos contado muchas historias significativas. Dentro de estas destacan las relacionadas con el cambio climático, los problemas ambientales, el desarrollo sostenible y la biodiversidad.
En “¿Qué dice el nuevo informe sobre cambio climático?” te explicamos cómo afecta el fenómeno a Cuba y las acciones que ha adoptado el país para adaptarse a sus efectos; “Las aguas muertas del Havana Club” relata el vertimiento de residuos de la ronera en una caleta de Santa Cruz; “La erosión en Cuba: ¿podemos quedarnos sin playas?” refiere los peligros de este proceso y las acciones de restauración ecológica para contrarrestarlo; mientras que historias como “El edificio con tecnología noruega que se hizo a lo cubano” muestran que, para lograr el desarrollo sostenible en la Isla, no será suficiente con tecnologías y financiamiento de agencias internacionales.
Al mismo tiempo, diferentes acciones adoptadas en el ámbito económico del país también han ocupado un espacio relevante: la implementación de la Tarea Ordenamiento a inicios de 2021, los efectos de la pandemia en el comercio exterior y el turismo, las consecuencias de la devaluación del peso cubano o el impacto para la Isla de la invasión rusa a Ucrania.
Además, hemos tratado los vínculos del país con la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos. Con respecto a este último, el especial “Las cuentas pendientes” muestra las diferentes reclamaciones de ciudadanos estadounidenses bajo el título III de la Ley Helms-Burton.
De igual forma, hemos analizado diferentes leyes y regulaciones aprobadas en Cuba. Tal fue el caso de la Constitución de 2019, del Decreto-Ley de Bienestar Animal, el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, y la nueva Política de Comunicación Cubana de 2018.
Pero la realidad de Cuba no puede contarse sin ahondar en sus problemas y cómo estos afectan a las comunidades más vulnerables. Textos como “La sangre nunca fue amarilla” (investigación merecedora del Premio Gabo en 2019 que reconstruye un caso de envenenamiento por plomo en un asentamiento de San Miguel del Padrón), “El último vertedero del Periodo Especial” (sobre las consecuencias que ha tenido el vertedero abierto en Campo Florido para sus habitantes), o “Arroz, frijoles, croquetas y un huevo hervido” (sobre el aumento de los precios en el Sistema de Atención a la Familia, SAF, después de la implementación de la Tarea Ordenamiento), han contribuido a visibilizar los obstáculos que enfrentan estas comunidades diariamente.
El grave déficit de viviendas en la Isla ha sido también un tema transversal en nuestro medio, a través de los testimonios de Nayivi, de los habitantes de La Playita, de Indaya e, incluso, uno de nuestros periodistas.
Otra de las cuestiones más recurrentes ha sido la crisis energética, de combustible, las alternativas que se han manejado para resolverla y las soluciones que no funcionaron. También, la importación y el desabastecimiento de alimentos: el arroz, la papa o la leche; la producción agropecuaria, el empleo de transgénicos, los cambios de precios en los mercados agropecuarios y en los medicamentos, las dificultades con la provisión de agua y las personas afectadas por las sequías, la reciente ola migratoria, y el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en Santiago de Cuba.
Nuestro medio cuenta con un manual de género y un código de ética, el cual fue descrito por la Fundación Gabo en mayo de 2017 como “uno de los más completos entre los medios digitales latinoamericanos”, un canal de distribución de contenidos audiovisuales, un pódcast, y también a través de imágenes contamos historias con nuestras Galerías y la sección “La foto de la semana”.
¿Qué coberturas especiales ha realizado Periodismo de Barrio?
Hemos realizado coberturas especiales de diversos sucesos en la sociedad cubana. En 2019, publicamos el Especial sobre el tornado en La Habana, con diferentes historias acerca del impacto que tuvo el fenómeno. Un año antes, en 2018, presentábamos el Especial sobre el acceso a Internet en Cuba, el cual analiza diferentes aristas de la conexión en la Isla.
Al inicio de la pandemia, en 2020, creamos una alianza con elTOQUE para brindar información oportuna y verídica al respecto. Hasta el momento, contamos con 161 trabajos sobre la pandemia, sus impactos, las vacunas y la evolución de las variantes del virus.
Cuando ocurrió el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, entrevistamos a especialistas que participaron en el diseño de su sistema contra incendios, explicamos su funcionamiento y por qué después de 48 horas aún no había podido apagarse el fuego. También, informamos sobre la explosión ocurrida en el Hotel Saratoga, la mañana del viernes 6 de mayo.
De igual forma, realizamos la serie “La Revolución de los aplausos”, donde conversamos con actores de la sociedad civil cubana, a raíz del diálogo iniciado el 27 de noviembre de 2020 en el Ministerio de Cultura, y publicamos una historieta que narra los sucesos ocurridos frente a ese Ministerio el 27 de enero de 2021.
Ese mismo año comenzamos a publicar la serie “Se va a caer”, una iniciativa del medio para visibilizar los diferentes tipos de violencia de género que ocurren en Cuba. Además, cubrimos las protestas del 11 de julio y conversamos con participantes, familiares y una periodista involucrada en la realización de una lista de personas detenidas y desaparecidas.
¿Cuáles son los retos de hacer periodismo en Cuba desde un medio independiente?
Nuestros periodistas y colaboradores han sido acosados, detenidos e interrogados; nuestro medio ha sido difamado y calumniado por hacer periodismo independiente en Cuba. En los editoriales de Periodismo de Barrio y en nuestras redes sociales hemos denunciado en múltiples ocasiones estos sucesos.
En el editorial “Las contradicciones del periodismo cubano”, publicado el 14 de julio de 2016, resaltábamos que “ningún periodista con un mínimo de dignidad aspira solo con su trabajo a obtener una remuneración económica. Aspira a cumplir con su responsabilidad ante la sociedad y, en esa medida, a realizarse profesional y espiritualmente. Cobra, por supuesto, como mismo se toma vacaciones. Esos son derechos laborales. Pero cumple con su deber, en ocasiones, hasta sin cobrar. Y nunca trafica con su nombre. Tiene claro que la credibilidad proviene, primordialmente, de la independencia. Ese es el mayor desafío del periodismo cubano hoy: recuperar la credibilidad”.
Desde la Periodismo de Barrio hemos apostado por hacer “un periodismo creativo, justo y capaz de insertarse de manera armoniosa en las propuestas comunicativas actualmente existentes en Cuba”. Hemos intentado “ser el medio donde las comunidades vulnerables vean reflejadas sus inquietudes sin toques sensacionalistas e irresponsables”.
¿Qué impacto han tenido las historias publicadas en Periodismo de Barrio?
Los contenidos desarrollados en estos siete años han generado influencias en los ámbitos institucional y social, y han promovido el debate de diversas temáticas a partir de las coberturas realizadas.
Reportajes de investigación como “El edificio con tecnología noruega que se hizo a lo cubano” y “El aborto en Santiago de Cuba: entre el conservadurismo religioso y la complicidad estatal”, las series “La Revolución de los aplausos” y “Se va a caer”, la cobertura en vivo de los hechos del 27 de enero de 2021, generaron conversaciones significativas en redes sociales y el empleo de publicaciones para interpelar públicamente a autoridades gubernamentales cubanas y exigir respuesta a los problemas abordados.
La cobertura a las protestas del 11 de julio de 2021 generó la movilización, comunicación y colaboración desinteresada de la comunidad de usuarios con Periodismo de Barrio, quienes no solo nos recomendaron como un medio confiable para seguir la situación en el país, sino que nos reconocieron por nuestra profesionalidad. Además, varios seguidores tradujeron a otros idiomas las publicaciones y generaron subtítulos en inglés y portugués para los testimonios en video de la serie “Los detenidos del 11J en Cuba”.
De igual forma, la publicación del artículo “Las mujeres no podemos ser amortiguadoras de la crisis”, acerca del sesgo en las medidas de protección salarial anunciadas ante el confinamiento por la COVID-19, contribuyó a posicionar una agenda que fue retomada por varios medios locales y, días después, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social anunciaba acciones que rectificaban la situación.
Por otra parte, desde 2020, más de 20 artículos de Periodismo de Barrio han sido republicados por otros medios y se han acumulado más de 60 registros de coberturas de prensa o referencias por parte de otros medios, proyectos o instituciones a nuestros contenidos. Estos últimos incluyen publicaciones independientes cubanas, medios de la región latinoamericana y otros de reconocimiento internacional como El País, The New York Times y The Washington Post.
¿Cómo es la comunidad de Periodismo de Barrio?
La audiencia de Periodismo de Barrio ha crecido durante estos siete años y también su interacción con el medio. Con el objetivo de conocer mejor a nuestra comunidad, entre mayo y junio de 2021 aplicamos una encuesta online –promovida a través de redes sociales, perfiles de nuestros miembros y el Boletín electrónico– donde participaron 203 personas.
Sus resultados nos mostraron, de acuerdo con las características sociodemográficas de los encuestados, que Periodismo de Barrio es un medio dirigido a jóvenes profesionales residentes en Cuba o en países donde se localizan las principales comunidades cubanas en el exterior, y que los servicios más empleados son el sitio web y la página de Facebook, los cuales fueron consultados al menos una o dos veces en el último mes antes del periodo de la encuesta por más del 87 % de las personas que participaron en el sondeo.
Además, hallamos que las motivaciones de la audiencia para consultar Periodismo de Barrio están relacionadas con elementos que diferencian a nuestros contenidos: profundizar en el análisis de lo que acontece, encontrar temas de interés, contrastar las versiones de los hechos y leer sobre cuestiones que otros medios no abordan.
Al mismo tiempo, la imagen pública de Periodismo de Barrio entre los encuestados refleja un alto nivel de confianza y valores como el respeto a la dignidad humana, la inclusión de lo diferente y la promoción de la diversidad, el contraste de información y la profundidad en los análisis, la veracidad, el compromiso cívico, la objetividad, la promoción de la crítica y el debate, y la posición vigilante frente al poder.
Dentro de los aspectos de nuestro trabajo evaluados con mayor calidad se encuentran la información, los argumentos y el contraste de fuentes, lo que constituye el núcleo del modelo normativo y ético de la profesión periodística. Para los encuestados, también son muy importantes la conducta respetuosa, ética, dignificante, humana y solidaria y el compromiso cívico, el cual comprende atributos como la responsabilidad, la cultura libre, la inclusión, la justicia, la protección del medioambiente, la cubanidad, así como la cercanía a las personas y a las comunidades.
A su vez, el 81.9 % de los encuestados manifestó tener una alta confianza en Periodismo de Barrio. En comparación con estudios y estadísticas internacionales, las personas participantes en el estudio no solo confían en el medio, sino que lo hacen en un promedio superior a lo que se registra a nivel global en relación con la confianza de los ciudadanos en los medios de comunicación.