Ella es La Diva de la noche habanera. Félix, la dueña de Pazillo. Félix, la niña de su casa. Félix, un joven luchador.

“Mi familia es pequeña. Mi mamá, mi abuela y yo. También hay un padrastro intermitente”.

Félix nació en un barrio pobre llamado Santa Amalia, en el municipio Arroyo Naranjo de La Habana. Viene de una familia negra con la que ha tenido algunas desavenencias.

“Nada es perfecto. Mi madre se preocupa un poco, pero de manera general me apoya. Compramos ropa juntas, nos hacemos las uñas. Mi abuelita, que tiene un principio de demencia, lo ve todo muy artístico”.

Para Félix, la sociedad ha creado un estereotipo sobre las historias de personas género disidentes enfocado en el abandono, la prostitución, las drogas o el sufrimiento. Pero esa no es su historia. Ella es una persona realizada. En el 2016 se graduó del Conservatorio Amadeo Roldán en la especialidad de Canto Lírico. Desde hace varios años ha tomado la escena nocturna habanera para convertirse en la reina de la noche.

Cada miércoles Félix se alista y va a trabajar. El bar Pazillo se ha ido ganando al público LGBTIQA+ de la ciudad y ella es la anfitriona de la noche. La Diva, le dicen.

Vestida de traje. Vestido con minifalda. Con un pantalón. A veces maquillada; otras no. Con barba y labial rojo. Es el alma de la fiesta. Va de mesa en mesa. De persona a persona. Los hace reír. Los educa. Los enseña a aceptar.

“Yo hago una animación personalizada. Me esfuerzo por que las personas se sientan incluidas y la pasen bien. Les cuento un chiste o una historia de amor. También canto”.

Cuando se visita ese rincón de la barriada de El Vedado lo primero que los clientes preguntan es: “¿Está hoy La Diva?”.

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Es necesario que exista una educación sexual inclusiva, trabajar los falsos mitos, tener referentes diversos para los infantes (Foto: Ismario Rodríguez).

Es necesario que exista una educación sexual inclusiva, trabajar los falsos mitos, tener referentes diversos para los infantes (Foto: Ismario Rodríguez).

La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) define el concepto “género fluido” como la persona que no se identifica con una única identidad de género, sino que va fluyendo entre ellas. Con respecto a este tipo de identidad de género, profesionales del Grupo de Psicología y Sexología de la Delegación de Sevilla del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COP-AO) suscriben que “el género fluido es una identidad que se caracteriza por que la persona va variando, es decir, fluyendo entre dos o más identidades, por ejemplo, bigénero y ágenero, o pueden ser identidades dentro del binarismo hombre/mujer o bien fuera de la idea normativa de hombre y mujer”.

Por tanto, el género fluido desgarra el pensamiento que define la identidad de género como estática y binaria dentro de los parámetros de masculino y femenino, además, se reconoce como un concepto más diverso que puede variar a lo largo del tiempo. Asimismo, este Grupo de Psicología destaca que la diversidad y la complejidad de la propia definición de género fluido hace que sea una vivencia única en cada persona.

“Así, habrá personas que varíen su expresión de género conforme a la identidad, otras en las que no habrá cambios en su forma de vestir o comportarse, también habrá quien decida recurrir a tratamiento hormonal o intervención quirúrgica, así como quienes decidan no tomar esta vía. En este sentido, en algunos casos habrá fluidez de pronombres, una petición de no uso de los mismos o bien que se mantengan los asignados”, detallan.

Con respecto al uso de pronombres inclusivos, Santiago Muñoz Machado, máximo directivo de la Real Academia Española, dijo en Cuba que si el llamado lenguaje inclusivo –por ejemplo, escribir o decir “todes” en vez de “todos” o “todas”– se impone entre los hispanohablantes, la RAE no tendrá más remedio que asimilarlo, pero aseguró que por ahora se trata de una extravagancia que no facilita la comunicación.

Lo importante es entender el lenguaje como un aparato social destinado a evolucionar. No es estático o rígido. Se debe respetar las palabras que las personas escogen para referirse a ellas mismas.

Para Félix, una persona de género fluido es alguien que no se identifica con un género ni con otro. Es un ser auténtico que fluye con lo que le apetece en el momento.

“Si me quiero sentir hoy más femenino, lo asumo. Si me siento más masculino, pues está bien. Depende de cómo tenga el día”.

Félix no cree que tenga una identidad. Tampoco tiene por qué sentirlo.

“Yo soy Félix y punto. Félix con saya. Félix con pantalón. Félix con vestido. Félix con traje. Depende de las circunstancias, el momento y lo que me apetezca usar, llevar o ser. Con quien me apetezca estar, puede ser con un hombre, con una mujer o con otra persona fluida”.

Se pueden referir a ella como mujer o como hombre. Prefiere que se refieran como Félix.

“Para mí fue un proceso de autodescubrimiento. Yo siempre creí que era gay. Pero he notado que también me atraen las mujeres. No tiene una cosa que ver con la otra”.

La identidad de género es independiente a la orientación sexual. Esencialmente, al hablar de género fluido existen asociaciones incorrectas sobre la orientación sexual de estas personas. Al respecto, la Asociación Americana de Psicología afirma que identidad de género y orientación sexual son cosas diferentes: “La orientación sexual hace referencia a la atracción física, romántica y/o emocional permanente de una persona por otra, en tanto que la identidad de género se refiere al sentido interno que una persona tiene de ser hombre, mujer o algo diferente”.

De forma que una persona de género fluido, a veces incorrectamente englobada dentro del espectro trans, puede ser heterosexual, homosexual, bisexual o asexual, al igual que el resto de personas que se identifican con otras identidades de género.

Hasta la fecha en Cuba los planes de estudio existentes sobre educación sexual tienden con frecuencia a excluir a las personas LGBTIQA+, incluso a estigmatizarlas. La juventud de este grupo se enfrenta a menudo al acoso escolar y corre un mayor riesgo de autolesionarse o suicidarse debido al rechazo social que su orientación sexual o identidad de género origina. Es imperativo proporcionar una educación sexual integral que satisfaga sus necesidades.

Por lo tanto, la educación sexual debe incluir información relevante para que sea científicamente rigurosa y apropiada para la edad. Se trata, en definitiva, de ayudar a comprender qué es la orientación sexual y la identidad de género, desmontar mitos y estereotipos comunes sobre las personas LGBTIQA+.

El 26 de febrero de 2021, el Ministerio de Educación (Mined) aprobó un “Programa de Educación Integral en Sexualidad con enfoque de género y derechos sexuales y reproductivos”, que luego sería aplazado indefinidamente por presiones de grupos religiosos y conservadores.

Desde el punto de vista legal, en Cuba estas personas continúan sin ser reconocidas dentro de la identidad que asumen.

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La expresión de género es la forma en la que la identidad se expresa en un contexto social a través de actitudes, comportamientos y roles. La identidad y la expresión de género no siempre coinciden (Foto: Ismario Rodríguez).

La expresión de género es la forma en la que la identidad se expresa en un contexto social a través de actitudes, comportamientos y roles. La identidad y la expresión de género no siempre coinciden (Foto: Ismario Rodríguez).

Félix nunca salió del armario. Estaba en una vitrina. En un mostrador, expuesto.

“Siempre fui muy amanerado. A veces era un poco retraído por el bullying. Era muy tranquilo para no llamar la atención. Cuando crecí un poco más y entré en la escuela de arte, que siempre son un poco más abiertas que el resto, tuve la valentía de convertirme plenamente en mí, en lo que soy ahora. Aún estoy descubriendo el mundo, mi mundo”.

Para algunas personas esconderse no es una opción. Ya sea por coraje o simplemente porque no pueden.

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La expresión de género no es un disfraz. En ocasiones se confunde erróneamente con travestismo (Foto: Ismario Rodríguez).

La expresión de género no es un disfraz. En ocasiones se confunde erróneamente con travestismo (Foto: Ismario Rodríguez).

La gente le hace preguntas raras.

–¿Cuál es tu nombre?

–Félix.

–¿Y por qué Félix, si estás vestido de mujer?

–Yo no estoy vestido de mujer. Estoy vestido de yo.

“Cuando me pongo una prenda deja de ser de mujer o de hombre. Es mi prenda”, explica.

Estas preguntas parecen no perturbarlo. Pero en varias ocasiones las circunstancias han escalado a violencia.

Hace poco se encontraba en una fiesta alejada de la cuidad. Eran cerca de las 10 de la noche. Allí se lastimó un tobillo. Una lesión vieja. Tuvo que retirarse porque le dolía mucho. Ninguno de los taxis que allí había quiso llevarlo porque solo tenía 700 pesos.

Finalmente logró parar uno y le pagó al chofer. Al cabo de unos minutos notó que el carro se había desviado de la avenida principal.

“Me asusté muchísimo. Todo parece indicar que me quería asaltar, violar, o peor”, cuenta.

La policía detuvo al carro porque iba a exceso de velocidad y rápido Félix se bajó y les explicó a los oficiales lo que estaba pasando. No le hicieron ningún caso.

Cuando el chofer vio que le estaba contando a la policía lo que sucedía, golpeó a Félix en la cara.

“Nos esposaron a los dos. Nos llevaron para la estación. Nos pusieron una multa por violencia pública”.

Ese día Félix tenía puesta una saya.

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“Lo importante no es ser normal, sino ser uno mismo”, dice Félix. (Foto: Ismario Rodríguez).

“Lo importante no es ser normal, sino ser uno mismo”, dice Félix. (Foto: Ismario Rodríguez).

“Yo soy una persona sufrida”, dice.

Ella tiene un mundo interior profundo. Es de ese tipo de gente que siente todo lo que hace. Cada experiencia la vive intensamente. Es también un luchador.

Félix ha tenido que “guerrear” por su nombre, por su derecho a ser, por su familia, pero sobre todo por sí mismo. Ella sabe que no será completamente plena hasta que no deje de tratar de complacer a todo el mundo. Ser quien es por él, para ella.

“Yo soy una persona sufrida”, repite mientras canta canciones de divas desconsoladas. La Lupe, Elena Burke, Bola de Nieve.

Interrumpe la melodía y dice: “Ahora que lo pienso, yo no tengo ningún problema real en mi vida. Soy una persona sufrida, pero feliz”.

Sobre el autor

Ernesto J. Gómez Figueredo

Graduado de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de la Habana (2015). Especialista en política internacional y conflictos de África Norte y Medio Oriente del Periódico Granma (2015-2018). Cursó el Taller de técnicas narrativas de Periodiamo Literario, Casa de las Américas, Profesores: Paco Ignacio Tabio II y Federico Mastrogiovanni (2018). Asistente de investigación y curaduría del Estudio Figueroa-Vives (2019). Especialista en curaduría y Relaciones Públicas de Colón Cultural. Colaborador en diversos medios de prensa.

4 comentarios

  • ??????… encantadora la historia de Felix que al final deja claro uno de los principales objetivos de esta vida, a pesar del que diran hay que ser Feliz!!! ?????? éxitos

  • Félix es para mí, de los mejores personajes que he podido ver hasta este momento en mi vida. Es una persona encantadora, carismática, te levanta el ánimo de tan solo verlo y tiene un estilo intachable. Lo conozco personalmente y siempre me recibe con las mejores de las sonrisas. Muy bonita conocer tu historia. Gracias por todo. Te quiero mucho <3

  • Mi Félix, la persona más linda y auténtica que conozco. Único en su clase y eso le hace más especial. Solo Félix para sacarte una sonrisa en tus días más negros. Nunca dejes de ser tú. Te quierooooooooo!!!!!!!

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