Durante los últimos años, el panorama energético de Cuba se ha deteriorado considerablemente. La situación alcanzó un punto crítico el pasado fin de semana con déficits de 1.275 megavatios (MW) y cortes en el suministro eléctrico en gran parte del país.

En declaraciones a la televisión nacional en la tarde del sábado, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, explicó que el bajo volumen de combustible en los tanques de almacenamiento ocasionó retrasos en su extracción e imposibilitó que se pudiera transportar a tiempo para cubrir la demanda.

A la vez, 5 centrales de generación distribuida y la patana de Santiago de Cuba se encontraban fuera de servicio por falta de combustible, mientras que otras 11 centrales tenían baja cobertura. Además de los problemas de disponibilidad, la termoeléctrica Antonio Guiteras estaba sin funcionar desde el 29 de febrero por una reparación capital.

Puente de San Luis a oscuras. Matanzas (Foto: Lien Villavicencio Cabrera).

O Levy señaló que, con la reincorporación de la Guiteras el 18 de marzo, con una potencia superior a la que poseía previamente, y el próximo arribo de un buque con 40.000 toneladas de combustible, la situación mejoraría.

La espera por la llegada de barcos con combustible para solucionar los déficits eléctricos en la Isla ha sido un argumento empleado por el Gobierno en otras ocasiones. Sin embargo, ¿cómo es posible que un país no pueda garantizar un suministro estable de energía y no existan reservas de combustible que eviten que partes del territorio nacional queden a oscuras?

Periodismo de Barrio responde varias preguntas esenciales para comprender la situación energética cubana.

¿Cuáles son las causas de los problemas eléctricos en Cuba?

La Isla posee una marcada dependencia de los combustibles fósiles para la generación de electricidad. En 2021, estos contribuyeron en 95% a su producción, donde el petróleo representó la fuente con mayor empleo.

Generación de electricidad por tipo de fuente en 2021, en porcentaje del total (Fuente: Elaboración propia con datos de Our World in Data).

Precisamente esta elevada dependencia ubica al país en una posición vulnerable ante problemas de suministro en el mercado internacional y cambios en los precios. Ello, unido a las dificultades financieras por la falta de divisas para compras en el extranjero y la pérdida de proveedores, agrava aún más la situación.

Según O Levy, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) requiere 2.000 toneladas de diésel para la generación, por los niveles de consumo que tiene el país, y su disponibilidad depende de la capacidad monetaria del Estado para adquirirlo desde el exterior.

Al mismo tiempo, la baja capacidad financiera también incide en el desempeño de las termoeléctricas. En 2022, el 60% de la electricidad generada provino de estas centrales, las cuales presentan averías recurrentes debido a la falta de mantenimiento y la explotación continúa. En este sentido, O Levy apuntó que se ha implementado una estrategia de mantenimientos programados con el fin de evitar roturas y garantizar la estabilidad de las plantas.

¿Cuánto combustible se importa en Cuba?

De 2017 a 2021, Cuba invirtió 12.474.509.000 dólares estadounidenses (USD) en la importación de combustibles, lubricantes, minerales y otros productos relacionados, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). En ese mismo periodo, se adquirieron 11.905.000 toneladas de petróleo.

Importaciones de petróleo y derivados de 2017 a 2021, en miles de toneladas (Elaboración propia con datos de la ONEI).

Una parte de estas importaciones son cubiertas con créditos, debido a la falta de divisas del país. Un artículo de la revista Foreign Affairs Latinoamérica refería que, en ocasiones, los créditos no son pagados a tiempo, lo cual ha llevado a algunos socios comerciales a negarse a hacer negocios con la Isla si no se les paga en efectivo.

La deuda externa cubana con proveedores se situaba en 5.804 millones de USD en 2020 y representaba el 29,40% de la deuda externa total de ese año, muestra la ONEI.

¿Qué acciones se han implementado para mejorar el problema energético?

Barrio El Naranjal, Matanzas. Lo único encendido es Radio Cuba (Foto: Lien Villavicencio Cabrera).

O Levy aseguró que se han realizado negociaciones con los proveedores internacionales para garantizar el suministro de combustible y que las conversaciones aún están en proceso.

La meta del país es transitar paulatinamente hacia una mayor participación de las energías renovables en su matriz energética, con el objetivo de reducir la elevada dependencia de combustibles fósiles y el gasto en divisas por las importaciones.

Cuba planea incrementar a 24% la generación de electricidad derivada de estas fuentes para 2030. No obstante, se estima que lograr esta meta requerirá importaciones por más de 3.000 millones de USD.

Actualmente, se han firmado dos contratos para la instalación de 92 parques solares en el territorio nacional, los cuales producirán 2.000 MW de energía. El primero debe terminarse en mayo del siguiente año, mientras que el segundo concluirá en 2028. Ambos fueron pagados con recursos nacionales, sin requerir líneas de crédito.

Paralelamente, la Isla ha recibido financiamiento internacional como parte de programas destinados a apoyar la transición energética en países en desarrollo. De 2000 a 2021, el monto de esta ayuda ascendió a 256.480.000 USD. Sin embargo, este financiamiento no es estable y las cantidades varían entre un año y otro.

Financiamiento internacional obtenido por Cuba para el desarrollo de energías limpias de 2000 a 2021, en miles de USD (Fuente: Elaboración propia con datos de Our World in Data).

Otra estrategia empleada ha sido la creación de oportunidades de inversión en el sector, las cuales se centran en proyectos de parques solares fotovoltaicos, ubicados en diferentes provincias del país, con un monto promedio de inversión por proyecto de aproximadamente 47 millones de USD.

Sobre el autor

Olivia Marín Álvarez

Doctorante en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma Metropolitana de Ciudad de México. Máster en Relaciones Internacionales por la misma Universidad (2018). Graduada de Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2012).

Un comentario

  • Muy interesante el artículo. Menhubiera gustado se incluyera un análisis sobre el uso de otras fuentes renovables como la biomasa.

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