De 1985 a 2020 la producción de arroz en Cuba se redujo en aproximadamente 49%, de 524 320 a 266 595 toneladas, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
El director general del Instituto de Investigaciones de Granos, Telce Abdel González Morera, estima que se requieren 700 000 toneladas de arroz para cubrir el consumo nacional. El único año que Cuba alcanzó esa cifra fue en 2003, cuando se lograron 751 800 toneladas.
De enero a septiembre de 2021 se produjeron únicamente 138 400 toneladas, y para 2022 se proyecta un total de 180 000. Esta cifra representa solo 3236 toneladas más que las cosechadas en 1993, el punto más bajo de la producción nacional de 1985 a 2020.
Periodismo de Barrio responde varias preguntas esenciales para comprender los problemas con la producción arrocera en Cuba.
¿De dónde proviene el arroz que se consume en Cuba?
Más de las dos terceras partes del arroz que se consume en Cuba es importado, especifica el Ministerio de la Agricultura. Sin embargo, la importación de este grano en el país no es un fenómeno reciente. En su libro Rice in the Time of Sugar: The Political Economy of Food in Cuba (Arroz en tiempo de azúcar: la economía política de la comida en Cuba), Louis A. Pérez explica que la Isla ha importado arroz durante la mayor parte de los últimos 200 años.
Solo de 2010 a 2020, el país ha gastado más de 800 millones de dólares estadounidenses en comprar este producto.
A su vez, de 2016 a 2018 la mayor cantidad de arroz provino de Vietnam, con 1 millón 107 893 toneladas; seguida por Brasil, con 148 046 toneladas, y Uruguay, con 104 798 toneladas.De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Vietnam, durante los primeros tres meses de 2021 Cuba fue el segundo mayor importador de arroz desde ese país, con un 12.6% del total de sus exportaciones de ese producto, después de Filipinas con el 63.1%. También, en julio de 2021 Vietnam donó 12 000 toneladas de arroz a la Isla.
Con respecto a la producción nacional, las toneladas cosechadas por el sector no estatal superan a las del estatal desde 1997. De hecho, las del primero representaron el 64.7% del total de toneladas cosechadas de 1985 a 2020.
El grano es producido en doce empresas agroindustriales, en la empresa mixta Taichi S.A. y en dos proyectos de desarrollo en Holguín y la Isla de la Juventud. Además, se encuentran vinculados al cultivo 23 000 productores, agrupados en 666 unidades productoras, precisa la División Tecnológica de Arroz, del Grupo Empresarial Agrícola.
¿Por qué hay una baja producción de arroz?
Para Cuba nunca fue rentable producir este cereal. Desde el siglo XIX, al país le resulta más barato comprar el arroz proveniente de mercados asiáticos y el estadounidense que producirlo nacionalmente, expone Louis A. Pérez.
Después de la Primera Guerra Mundial, el arroz llegado de Japón, China, la India y Birmania se tornó aún más competitivo, debido a salarios 90% más bajos que los cubanos y prácticas de dumping, las cuales consisten en la venta de un bien por debajo del precio que posee en el propio país exportador.
Los gobiernos de Gerardo Machado y Fulgencio Batista establecieron aranceles durante breves periodos, en un intento por impulsar la producción nacional; sin embargo, el azúcar, el tabaco y el café continuaron como los cultivos primarios del país.
Pérez refiere que, en la década del setenta del siglo XX, Fidel Castro defendía la especialización en la producción de azúcar al argumentar que por una hectárea de este producto se podían obtener hasta 7 000 dólares estadounidenses, en comparación con los 400 dólares que podían conseguirse por una hectárea de arroz, maíz, café u otros cultivos.
Actualmente, la causa principal de los problemas con la producción de arroz en Cuba radica en el déficit de insumos necesarios para su cultivo. La dependencia del país respecto a las importaciones de energía, la reducción de los ingresos provenientes del turismo y las remesas, la disminución del volumen del comercio internacional a causa de la pandemia y las medidas adoptadas por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, han influido en la capacidad de Cuba para asegurar su producción agrícola.
En la industria azucarera nacional existe una insuficiencia de máquinas agrícolas, fertilizantes, secaderos, molinos y silos de almacenaje, los cuales son importados a precios cada vez más elevados en el mercado internacional, detallaba el investigador del Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola, Arcadio Ríos Hernández.
Además, resulta difícil acceder a las partes y piezas de repuesto para la reparación de equipos, mencionaba en noviembre de 2021 Michel Ballate Camejo, director de la Empresa Agroindustrial de Granos “Ruta Invasora”, una de las mayores productoras de cereal en el país. También había escasez de pesticidas y fertilizantes.
El doctor en Economía Pedro Monreal refería que desde 2018 se presentaron problemas con la importación de fertilizantes de urea. Ese año hubo una reducción de 46.1% en la compra de este insumo. En 2019, la situación empeoró con una disminución de 73.3% con respecto a 2018.
En este sentido, Lázaro Díaz Rodríguez, director de la División Tecnológica de Arroz, explicaba que, si bien la importación de fertilizantes y plaguicidas se encuentra priorizada, aún no es suficiente para satisfacer la demanda, aunque sí alcanza para proteger una parte de las siembras actuales, las semillas y a aquellos productores con altos rendimientos.
¿Qué estrategia ha adoptado Cuba para solucionar los problemas con la producción de arroz?
Para 2023, el país planea producir 538 000 toneladas de arroz para el consumo, las cuales deben ascender a 650 000 toneladas en 2030, según establece el Programa de Desarrollo Integral del Arroz. Ello permitiría ahorrar aproximadamente 3 000 millones de dólares estadounidenses en importaciones de este producto, estimó Díaz Rodríguez.
El Programa contempla inversiones en el sector por 889.5 millones de dólares estadounidenses hasta 2030, lo que incluye la importación de equipos; la recuperación, modernización y construcción de secaderos de granos, molinos y silos de almacenamiento; así como de los medios e instalaciones de riego.
Si cuesta menos importar arroz que cultivarlo en la Isla, ¿cómo es posible ahorrar 3 000 millones de dólares estadounidenses en importaciones produciendo 538 000 toneladas?