Rafael Hernández se ha movido en diferentes esferas de la cultura cubana, sin embargo, su destreza invariable se encuentra en el arte de la costura.
“Comencé a colocar parches sobre ropa cuando era estudiante. Era muy difícil tener licencia en aquel entonces, así que sin decir nada lo convertí en una vía de autosostenibilidad”, cuenta.
En esta manifestación de las artes visuales, Rafael encontró una ventana a las texturas y a la comprensión del color. El textil le ha permitido innovar cada vez más: añadir objetos, pintar con hilo (técnica llamada thread painting) e incluir la modificación de múltiples materiales. La mayor dificultad que enfrenta en Cuba es que alrededor del 95% de los textiles comercializados son sintéticos, además de la escasa variedad. Por suerte, sus alumnos y amistades lo apoyan con donaciones de tejidos de algodón.
En sus piezas de los últimos años, además de transformar materiales existentes, Rafael rehace obras importantes de la historia del arte cubano; en particular las piezas de José Mijares, miembro del grupo Diez Pintores Concretos entre 1958 y 1961. Desde su apartamento en un interior de Centro Habana, donde vive y trabaja, este artista del parche (patch) devela pinturas olvidadas.
El patch en Cuba es poco reconocido, pero cada año los artistas como Rafael Hernández trabajan en desapegar la idea de una simple artesanía de ferias.
Rafael Hernández en la sala de su apartamento-taller, detrás una de las piezas de su última colección (Foto: Lucy Gmorell).
Tras la selección de una obra y su impresión en papel, se traza un patrón en la parte trasera (Foto: Lucy Gmorell).
Papel patrón con una obra de José Mijares (Foto: Lucy Gmorell).
Una vez seleccionados los colores de los textiles, después de pegar y recortar materiales transformados, comienza la costura. Rafael desde su máquina de coser adhiere los textiles (Foto: Lucy Gmorell).
Rafael cosiendo la pieza (Foto: Lucy Gmorell).
Los hilos que le permiten diferentes técnicas. La pieza casi terminada (Foto: Lucy Gmorell).
Rafael arma en la mesa del comedor la otra parte del taller (Foto: Lucy Gmorell).
La pieza casi terminada, sometida a costuras finas (Foto: Lucy Gmorell).
Rafael corta el sobrante (Foto: Lucy Gmorell).
Pieza terminada. Habitación de Rafael. En la sala, otras de sus creaciones (Foto: Lucy Gmorell).
Rafael, sus obras y otras influencias que forman parte de la búsqueda de su ojo inquieto (Foto: Lucy Gmorell).
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