De 1997 a 2017, la extracción de agua dulce en Cuba aumentó en 33.3%, según datos de Our World in Data. Por su parte, los recursos internos renovables de este tipo per cápita se redujeron en 3.1% en el mismo periodo. Estos últimos se refieren a la cantidad disponible que proviene de las cuencas de ríos y las recargas de acuíferos subterráneos.

Los problemas con el abasto de agua en la Isla se deben a su dependencia de las precipitaciones, la contaminación, la gestión del consumo y el deterioro en la infraestructura.

Periodismo de Barrio responde varias preguntas esenciales para comprender estos factores, sus posibles soluciones y las proyecciones para los próximos años.

¿De dónde proviene el agua en Cuba?

Cuba carece de abundantes recursos hídricos y su única fuente de formación son las precipitaciones (Foto: Periodismo de Barrio).

De acuerdo con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), el país posee 38.100 millones de metros cúbicos (m3) de agua dulce accesibles a la actividad humana, de los cuales 31.700 millones son superficiales y 6.400 millones son subterráneas. De estos, 24.000 millones son aprovechables, es decir, pueden ser empleados mediante obras existentes o futuras, y 13.600 millones se encuentran disponibles en instalaciones ya construidas.

El territorio carece de abundantes recursos hídricos y su única fuente de formación son las precipitaciones, según datos de la Estrategia Ambiental Nacional (2016-2020). Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado una variabilidad en el régimen de lluvias, con un incremento de los acumulados en los meses poco lluviosos y una disminución de las precipitaciones durante la temporada de lluvias. Al mismo tiempo, ha aumentado la frecuencia y extensión de las sequías, con una mayor incidencia en la región oriental, lo cual ha reducido las reservas disponibles de agua.

Paralelamente, el país posee altos niveles de evaporación, que llegan hasta los 2.300 milímetros en el valle del Cauto y en la costa sur de Guantánamo. Este fenómeno se incrementa de occidente a oriente y depende de la latitud y estructura del relieve, la distancia de las costas, el grado de exposición al viento, y otras características, explica José Antonio Díaz Duque, el autor de un artículo publicado en la revista de Ingeniería Hidráulica y Ambiental.

De igual forma, el territorio posee algunas particularidades que inciden en la escasez de agua: su insularidad; la disposición y estructura del relieve; el predominio de ríos de pequeña longitud, menores de 40 kilómetros (km); cuencas hidrográficas con superficies inferiores a los 200 km2; y la ubicación de los principales acuíferos en zonas costeras, donde se encuentra la amenaza de la intrusión salina, especifica Díaz Duque.

¿Cómo se produce la contaminación?

A la contaminación de las aguas, se suma la ausencia de procedimientos y tratamientos adecuados (Foto: Yusleidis Matos y Wilfredo Rodríguez).

Hasta 2010 se habían identificado más de 2.000 fuentes contaminantes de acuíferos, donde la mayor parte provenía de los sectores agropecuarios e industriales, identifica Díaz. El autor refiere que parte de esta contaminación se produce por la concentración de instalaciones industriales en zonas urbanas, lo cual favorece el empleo de las corrientes superficiales como receptoras de residuales que, generalmente, terminarán depositados en cuencas hidrográficas y en la zona costera.

Sin embargo, la causa principal radica en la ausencia de procedimientos y tratamientos adecuados para los residuos provenientes de tales industrias. Así, en el caso de la alimentaria, existen dificultades en sus sistemas de tratamiento, reutilización de aguas y aprovechamiento del metano; en la minero-metalúrgica han ocurrido casos de descargas con contenidos de minerales, reactivos químicos y desechos sulfurosos, con riesgo para las poblaciones cercanas.

Por su parte, la industria farmacéutica ha contribuido al problema con el vertimiento de medicamentos en los cuerpos de agua. Un artículo publicado en la Revista del Centro Nacional de Investigaciones Científicas expone que estudios realizados en diferentes países encontraron antibióticos, hormonas, analgésicos, tranquilizantes y productos de la quimioterapia aplicados a los pacientes con cáncer en aguas superficiales y subterráneas e, incluso, en el agua potable. Los investigadores apuntan que, si bien los análisis provienen de países desarrollados, pues ellos cuentan con los recursos necesarios para realizarlos, “sin lugar a dudas, la contaminación existe también en los países en vías de desarrollo”.

¿En qué se consume el agua en Cuba?

La mayor cantidad de agua en Cuba se emplea en la producción de arroz, la cual representa el 28% del total del consumo, seguida por la destinada a la población (18%) y a las industrias (12%), según datos del INRH.

Distribución anual del agua en Cuba destinada a diferentes sectores (Fuente: Elaboración propia con datos del INRH).

A través de los años, la cantidad de agua destinada a la población ha disminuido. De 1997 a 2017 se redujo en 9.4%, mientras que la designada para el sector agropecuario aumentó en 13.4% durante esas dos décadas, muestran los datos de Our World in Data.

Ello, unido al estado técnico de las redes de distribución domésticas, que presentaban pérdidas externas de aproximadamente 60%, e intradomiciliarias del 20%, ha ocasionado graves problemas de abastecimiento en la población.

La Estrategia Ambiental Nacional situaba en cerca de un millón de habitantes a las personas que accedían al recurso a través de camiones cisterna; 800.000 la cargaban desde una distancia de 200 o 300 metros; 600.000 no poseían un acceso adecuado, de las cuales 200.000 se encontraban en zonas urbanas y 400.000 en áreas rurales. Asimismo, 3.100.000 se abastecían por otras vías y consumían agua sin tratar.

Extracción de agua por sectores de 1997 a 2017 (en porcentaje del total de agua extraída) (Fuente: Elaboración propia con datos de Our World in Data).

Díaz Duque señala que el incremento de la demanda en el sector productivo no siempre se ha correspondido con un aumento en la cantidad de productos cosechados o creados para la sociedad, lo cual es una muestra de la insostenibilidad en la gestión del recurso.

Además, los mayores requerimientos de agua de estos sectores han ocasionado un aumento de la intrusión salina en las áreas costeras e, incluso, la salinización de las aguas dulces en la desembocadura de algunos ríos.

El autor explica que el país no cuenta con suficientes estudios destinados a identificar el volumen de agua requerido para elaborar una unidad de producto o servicio por una entidad o rama productiva, es decir un kilogramo de cebolla o de tomate, por lo cual resulta difícil desarrollar estándares de eficiencia y crear acciones que permitan reducir el consumo excesivo de agua.

Con excepción de la industria azucarera y el turismo, que identificaron sus consumos de agua por tonelada de azúcar producida y habitación ocupada, respectivamente, y crearon normas al respecto, “no existe una cultura hídrica por parte de los empresarios cubanos”, afirma Díaz.

¿Qué cambios se proyectan en la disponibilidad de agua en Cuba?

Debido a los efectos del cambio climático, se estima una reducción significativa en las precipitaciones (Foto: Periodismo de Barrio).

Los principales cambios se encuentran relacionados con las precipitaciones y el aumento del nivel del mar, como consecuencia del cambio climático. La Estrategia Ambiental Nacional señala que los efectos del fenómeno en los recursos hídricos para 2100 serán una de las afectaciones más importantes, debido al carácter estratégico del agua para el desarrollo del país, en particular de la agricultura.

Las investigaciones sobre estos impactos estiman una reducción significativa en las precipitaciones, en conjunto con una intensificación y expansión de la aridez y los procesos de sequía. Al mismo tiempo, el ascenso del nivel del mar contribuirá a una mayor salinización de los acuíferos terrestres, lo cual ocasionará una reducción de la disponibilidad de agua de 37% con respecto a los niveles existentes entre 1961 y 1990.

¿Qué acciones sería necesario implementar para reducir el estrés hídrico en la Isla?

Es necesario aumentar la eficiencia en los sistemas hidráulicos, mediante la realización de inversiones integrales que garanticen su disponibilidad y uso racional (Foto: Julio Batista).

La Estrategia Ambiental Nacional señala que en el país es débil la respuesta a situaciones de intensas sequías, que no se actualizan, ni se emplean de forma adecuada los índices de consumo por unidad de producto o servicio, y que la reutilización del recurso y la cosecha de agua de lluvia es baja.

En este sentido, el documento apunta que resulta necesario aumentar la eficiencia en los sistemas hidráulicos, mediante la realización de inversiones integrales que garanticen su disponibilidad y uso racional; incrementar su reempleo en los sectores agrícola, industrial y turístico; mejorar la cobertura de agua potable y el sistema de abasto; así como el control del índice de calidad de agua superficial en las cuencas hidrográficas.

Por su parte, Díaz propone evaluar las importaciones y exportaciones de bienes que requieren grandes cantidades de agua para su producción, con el fin de comprar en el exterior aquellos que consuman mayor cantidad y producir nacionalmente los que necesiten menos; elevar la eficiencia hídrica en los sectores económicos, mediante procesos de innovación tecnológica; reducir la contaminación de los cuerpos de agua, a través de la implementación de medidas más limpias de producción; así como estudiar y aplicar diferentes procedimientos para reducir los niveles de evaporación en los principales embalses del país.

Sobre el autor

Olivia Marín Álvarez

Doctorante en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma Metropolitana de Ciudad de México. Máster en Relaciones Internacionales por la misma Universidad (2018). Graduada de Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2012).

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