La historia de Betty comienza con un peinado alborotado y maltrecho. Centro Habana fue el escenario. Betty, una niña de 11 años, tiene mucho que contar. A su corta edad es, ante mis ojos, casi una adulta.

Kemely, Dayma, Raymo, Liam y Anyelo, sus primas y hermanos, son sus mejores juguetes. Como pequeña que juega a las casitas en la vida real transcurren sus días; la escuela es para ella una tarea secundaria. La dinámica del hogar es muy cambiante, todo un hervidero, personas que entran y salen. Marlene, abuela y patrona de la casa, a sus 52 años lleva la mayor parte del sustento del hogar. Su mamá y la tía Jennifer no se esfuerzan en estar; su tarea diaria es “la luchita”.

En ocasiones puede ser hiriente solo observar. Tener un sitio estable para vivir es quizás una ilusión que se hereda de generación en generación; todas confluyentes en un mismo espacio. Betty solo quiere “ser grande y volar”, murmulla cada vez que le toca, otra vez, jugar a las casitas.

Betty ayuda a su tía Jennifer a contar dinero mientras esta se alista para salir junto a sus niñas; en la esquina está Liam, uno de sus hermanos pequeños (Foto: Lisandra Álvarez).

Betty realiza algunas labores de la casa mientras su hermano Raymo, el menor de los cinco, duerme (Foto: Lisandra Álvarez).

Kemely, acabada de bañar, junto a su mamá Jennifer y su hermana Katherine (Foto: Lisandra Álvarez).

Jennifer mientras alista a Kemely (Foto: Lisandra Álvarez).

Kemely y su primo Anyelo (Foto: Lisandra Álvarez).

Betty baña a su prima Katherine en la cocina de la casa (Foto: Lisandra Álvarez).

Las pequeñas hermanas Katherine y Kemely descansan en el cuarto de la abuela (Foto: Lisandra Álvarez).

Dayma (primer plano), Betty acostada, su mamá y hermanos, Raymo y Liam, descansan en el cuarto (Foto: Lisandra Álvarez).

Los niños juegan dentro de la casa. Kemely baja las escaleras mientras Betty cuida a su hermano (Foto: Lisandra Álvarez).

Betty cambia el culero a su hermano Liam; en primer plano el bebé Raymo, al fondo la pequeña Dayma (Foto: Lisandra Álvarez).

Betty entre sus hermanos y primos (Foto: Lisandra Álvarez).

Sobre el autor

Lisandra Álvarez

La Habana (1998). Diseñadora de Comunicación Visual y fotógrafa. Obtuvo mención en la Bienal de Fotografía Alfredo Sarabia in memoriam (2020), con su ensayo ‘Resiliencia’ (sobre la COVID-19). Ha participado en varias exposiciones colectivas como ‘Máscaras’ (galería Raúl Corrales) y ‘Más allá de la apropiación’ (Fototeca de Cuba).

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