La sureña provincia de Benguela, en la República de Angola, cuenta en su jurisdicción de costa con cinco municipios. En el año 1827, en un saliente del litoral quedó establecido el puerto y el centro de operaciones pesqueras de San José de las Salinas, lo que más tarde sería la Villa de Baia Farta.
Los asentamientos poblaciones de la periferia de San José de las Salinas crecen por año. Una simple mirada sobre el tejido social de las comunidades permite observar el predominio de mujeres e infantes. La figura central de la casa es la madre, quien se desempeña en disímiles labores (cosechas de sal, escaldado y salazón de pescados, mercado informal de alimentos, servicios domésticos, etc.) para ganar el sustento. Los niños, por su parte, tienen la opción de asistir a la escuela en un servicio público gratuito o de realizar pequeños trabajos ocasionales, sobre todo en los mercados y plazas.
La principal actividad de recreación de los infantes está en el mar, donde aprenden a desafiar y evadir el fuerte oleaje del océano Atlántico y donde, no pocos, se entrenan en el arte de la pesca rudimentaria. Estos niños serán los futuros tripulantes de la flota pesquera de la zona; en ellos se deposita una esperanza de mejor participación de los lugareños en la conquista económica de esta comunidad.
El deporte universal: el fútbol, pasión africana desde la infancia (Foto: Erlán Morell Hernández)
La escuela primaria, donde comienza la educación y la trasmisión de valores (Foto: Erlán Morell Hernández).
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