En la tarde de este lunes Cuba informaba una eficacia de 92.28 % para el candidato vacunal Abdala, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), tras la aplicación de sus tres dosis. Dos días antes, el sábado 19 de junio, el Dr. Vicente Vérez Bencomo, director general del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), anunciaba la eficacia del candidato vacunal Soberana 02, después de la aplicación de dos dosis, en 62 %.

Para el 4 de junio de este año se habían administrado en el país 2 223 826 dosis entre ambos candidatos vacunales, como parte de la intervención sanitaria aprobada por el Ministerio de Salud Pública a inicios de mayo, detalla Infomed. En esa fecha, más de 1 346 000 personas habían recibido al menos una dosis; 770 390 la segunda; y 148 738 la tercera. A su vez, un estudio poblacional realizado entre el 28 de diciembre de 2020 y el 28 de marzo de 2021 mostraba la circulación en la Isla de cinco variantes y seis patrones mutacionales del virus.

Ello implica que la eficacia de estos candidatos ha sido evaluada en el contexto de circulación en el país de las nuevas cepas de SARS-CoV-2. Según Vérez, el resultado obtenido no solo muestra “una eficacia contra la cepa original, sino que es una eficacia contra la combinación de las cepas circulantes”.

Esta evaluación es realizada por un comité independiente que analiza los datos obtenidos durante la aplicación de los candidatos. En el caso de Soberana 02, el comité estuvo integrado por especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, del Centro de Inmunología Molecular y del Ministerio de Salud Pública.

Si bien aún no se cuenta con datos de la eficacia alcanzada después de la aplicación de la tercera dosis de Soberana Plus, tanto Soberana 02 como Abdala superan el requisito de una eficacia primaria de al menos 50 % en los ensayos clínicos controlados por placebo que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que una vacuna contra la COVID-19 pueda ser considerada efectiva.

Este porcentaje de eficacia permite realizar una inferencia en la disminución del riesgo ante la COVID-19 que posee una persona vacunada, explica la OMS. Es decir, en el caso de Soberana 02 la reducción sería del 62 %; mientras que para Abdala es del 92.2 %. Sin embargo, la OMS también advierte sobre la dificultad de comparar los resultados obtenidos en diferentes ensayos clínicos, pues cada uno funciona de forma diferente y mide elementos distintos. Para que fuese posible realizar una comparación sería necesario que se empleara el mismo protocolo para todas las vacunas y que las mediciones se llevaran a cabo de forma similar.

Con los resultados obtenidos por los candidatos vacunales será posible solicitar al Centro para el Control Estatal de la Calidad de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) el autorizo de uso de emergencia, el cual aprueba el empleo de nuevos medicamentos, vacunas o pruebas diagnósticas durante situaciones de emergencia de salud pública, señala la OMS.

Soberana 02 y Abdala emplean la plataforma de subunidad proteica basada en el sitio de unión al receptor (RBD) de la proteína S del virus. De acuerdo con la Clínica Mayo, este tipo de vacunas solo incluye las partes del virus que mejor estimulan el sistema inmunológico. En el caso de las empleadas para la COVID-19, las proteínas S son inofensivas y permiten crear anticuerpos y glóbulos blancos de defensa contra el virus.

Hasta el 18 de junio existían 287 candidatos vacunales a nivel global, de los cuales 185 se encuentran en evaluación preclínica y 102 en evaluación clínica. De estos últimos, 32 emplean la plataforma de subunidad proteica.

Candidatos vacunales a nivel global en evaluación clínica por plataforma:

Fuente: Elaboración propia con datos de la OMS.

Fuente: Elaboración propia con datos de la OMS.

Sobre el autor

Olivia Marín Álvarez

Doctorante en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma Metropolitana de Ciudad de México. Máster en Relaciones Internacionales por la misma Universidad (2018). Graduada de Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2012).

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