El Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo (CCRD) es una institución concebida por el reverendo Raimundo García Franco en los años 60, cuando la nación cubana se encontraba en medio de dos crisis: la causada por un cambio repentino en el sistema político y la confrontación entre la política ateísta del nuevo Estado y la Iglesia. Se define como “una organización de principios cristianos, inclusiva, con una concepción holística de la vida”. Promueve la espiritualidad, la dignidad, los derechos humanos, la resolución de conflictos a través del diálogo reconciliador y la participación en procesos de empoderamiento comunitario.
El CCRD cuenta con varias instalaciones: un Salón Central con capacidad para más de trescientas personas, donde se celebran la mayoría de los talleres que se imparten en la institución; el Centro de Información y Documentación Rev. Raúl Fernández Ceballos (CID), que atesora literatura sobre diversos temas y expone objetos antiguos; una capilla para la meditación y la oración; así como un hostal de 28 habitaciones con servicio de cafetería y restaurante. Además, también cuenta con la finca El Retiro, 32 hectáreas destinadas a la cría de ganado y al cultivo de hortalizas y vegetales, donde se llevan a cabo programas encaminados al empoderamiento de las comunidades rurales. En la finca todo lo que se cultiva es orgánico y su producción se destina a los programas de asistencia humanitaria que tiene el CCRD.
Las personas más vulnerables (enfermos terminales, ancianos sin protección familiar, personas con necesidades especiales, etc.) reciben donaciones de aseo, medicamentos y alimentos elaborados. Se asiste a los más limitados con servicios de podología, baño, lavado de ropa, corte de cabello, acompañamiento pastoral y espiritual. Además, se ofrecen varias consultas: los lunes, oftalmología; miércoles y viernes, otorrinolaringología; los jueves, medicina natural y tradicional; y “Por una vida plena”, consulta de endocrinología que diseña estilos de vida saludables. Los sábados alternos funciona un espacio de acompañamiento médico para mujeres trans. El Centro también ofrece atención especial e individualizada a personas, parejas, familias y grupos que estén atravesando por crisis y/o conflictos.
Además, el CCRD ha logrado establecer alianzas con actores locales, instituciones y organismos estatales en temáticas de interés común. “Después del coronavirus”, comenta Valia Solis Peraza, licenciada en Psicología y coordinadora de estos servicios en el CCRD, “tuvimos un programa de colaboración con el Ministerio de la Agricultura para la terapia asistida con animales. El programa estaba destinado a los niños con comportamientos difíciles y problemas de socialización. También participó la Clínica de Neurodesarrollo. De igual modo, colaboramos con la Dirección Provincial de Atención a Menores y nos insertamos también con el Tribunal de Familia para la mediación de los conflictos”.
Valia nos facilita información acerca de “Emergencias comunitarias”, un programa enfocado en la respuesta rápida y eficaz ante diversas contingencias. A través del mismo, entre otras acciones, realizan donaciones al hospital municipal de Cárdenas: muebles sanitarios, pintura, insumos médicos, un riñón artificial para las diálisis, etc. “Hace poco llegaron los nuevos equipos de rayos X y no se podían poner en funcionamiento porque no había aire acondicionado, entonces Ritica [se refiere a Rita García, directora del CCRD] dijo: ‘Eso no se puede parar, porque realmente es una necesidad’. Y donamos los aires acondicionados”.
Por otra parte, el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo trabaja en colaboración con la Escuela Especial Frank País García, ubicada en el consejo popular Matanzas-Este, un consejo popular vulnerable dentro de la ciudad de Matanzas. Su directora, Esther Chirino, explica que el CCRD ha sido fundamental “para llegar a las madres, porque tenemos que trabajar con la familia y los docentes temas relacionados con la sexualidad, el embarazo precoz y la violencia hacia la mujer. Hemos recibido dinámicas de psicología, sobre sexualidad, sobre el tema de la violencia de género, entre otras”. En la escuela se encuentran matriculados 75 niños con discapacidad intelectual. Los padres de 23 de ellos tienen alguna discapacidad intelectual. En la zona interna duermen 15 niños, entre hembras y varones.
El espacio fundamental del CCRD lo ocupa el Programa de Reflexión y Diálogo (Académico), dirigido a fomentar el análisis, la intervención de procesos sociales y su relación con las iglesias. En él se desarrollan actividades desde una cosmovisión cristiana y se contribuye a la solución de problemas mediante la participación comunitaria y el diálogo con los decisores. El Centro ofrece, además, un Programa Anual de Cursos/Talleres para la capacitación de líderes cristianos, actores comunitarios y grupos sociales de diferentes sectores, edades y filiación religiosa. Su objetivo principal es lograr la mayor representatividad en cuanto a género y regiones geográficas, y su proyección está enfocada en que el Centro se convierta en una genuina academia.
El CCRD cuenta también con una editorial donde se editan libros y folletos sobre los diversos ejes éticos en los que el Centro encuentra su razón de ser: prevención de todo tipo de violencia, cuidado y protección del medioambiente, las comunidades vulnerables, y una amplia preocupación y defensa de los derechos humanos. Además de la revista Reflexión y Diálogo, una publicación con un amplio espectro de temas: religión, cultura de paz, diálogo y reconciliación.
Todas las iniciativas del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo están encaminadas a resolver, en la medida de sus posibilidades, acuciantes dificultades sociales. Su importancia radica en ser siempre parte de la solución, dejando atrás los problemas.
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