Luis, Rafael, Sheila y Carlos aman la aventura, la adrenalina. Hace dos años descubrieron la piedra en la que hoy escalan y desarrollan su proyecto Cojímar Escape.
Lo emocionante de llegar a la Roca es el sendero: caminar entre arbustos y flores, bordear el río. La experiencia incluye el contacto directo con la naturaleza; te aleja del bullicio de la ciudad.
Estos muchachos tardaron un tiempo en habilitar el sector. Su experiencia les permitió crear las condiciones para hacer de la piedra un sitio seguro para escalar. Certificados en cuerdas, se desempeñan en trabajos verticales de albañilería, pintura y restauración de edificios.
Conseguir el equipamiento para escalar no ha sido tarea fácil. En su mayoría, los materiales son importados pues deben ser originales y resistentes a las condiciones que impone la cercanía de mar.
Cojímar Escape tiene el mérito de expandir la escalada como práctica deportiva en La Habana, además de crear conciencia sobre la necesidad de la protección del medioambiente. Sus integrantes pretenden aunar fuerzas con otros proyectos comunitarios para el rescate y preservación del río, la costa, la flora y la fauna de Cojímar.