El 4 de marzo de 2022, la Oficina de Industria y Seguridad (BIS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio de Estados Unidos desaprobó la emisión de una licencia para exportar solicitada por la compañía Premier Automotive Export Ltd.
La empresa ofrecía donar cuatro estaciones de carga de vehículos eléctricos para su uso en la Embajada de Estados Unidos en Cuba y en la residencia del Embajador de ese país en La Habana. El motivo para no conceder la licencia se basó en que la transacción fue cancelada por la propia Embajada.
En diciembre de 2021, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos explicaba que, si bien la administración de Biden ha establecido el objetivo de acelerar el desarrollo y empleo de vehículos eléctricos y sus estaciones de carga como parte de su estrategia para combatir el cambio climático, la Embajada de ese país en Cuba no operaba vehículos de este tipo.
Al mismo tiempo, señalaba que su importación resultaba poco probable en un futuro cercano, debido a los problemas de infraestructura eléctrica en la Isla y la falta de mecánicos entrenados para proveer servicios a los vehículos. Este mismo argumento fue presentado a Premier Automotive Export Ltd el 3 de febrero de 2022 en respuesta a su oferta de donación.
Sin embargo, de acuerdo con el Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, vehículos eléctricos de compañías como Stellantis N.V, Peugeot y Nissan operan actualmente en la Isla. Además, el país planea incrementar el uso de este tipo de vehículos en el transporte automotor nacional para 2030.
Periodismo de Barrio responde varias preguntas esenciales para comprender las perspectivas del uso de vehículos eléctricos en Cuba.
¿Estados Unidos ha exportado vehículos eléctricos a Cuba con anterioridad?
Sí. De hecho, la propia Premier Automotive Export Ltd ha recibido licencias en cuatro ocasiones. La primera, durante la presidencia de Obama, autorizaba la exportación de vehículos eléctricos del modelo Nissan Leaf y estaciones de carga de la marca Clipper Creek a la Embajada de Guyana en La Habana hasta el 31 de enero de 2021.
La segunda y tercera, expedidas bajo la administración de Trump, permitían exportar autos eléctricos, híbridos, de gasolina, camiones, carros de golf, motocicletas y scooters a las misiones diplomáticas en Cuba hasta el 31 de octubre de 2021 y partes de automóviles hasta el 31 de julio de 2023, respectivamente.
En el caso de la segunda licencia, se incluía la venta de 500 carros de golf, 100 estaciones de carga, 25 camionetas, 500 autos de tipo Sedán, 100 de tipo hatchbacks y 150 de tipo coupé, 500 camionetas todoterrenos (SUV), 25 minivanes, y 5000 motocicletas y scooters por un valor total de 75 065 000 dólares estadounidenses.
El documento especificaba que los vehículos eran para uso exclusivo de las misiones diplomáticas y su equipo y que nacionales cubanos no podían emplearlos, excepto con fines oficiales de la misión diplomática, además, estos debían ser destruidos o retirados del país antes de que los diplomáticos salieran de Cuba.
La tercera licencia fue expedida el 24 de junio de 2022 como una renovación de las anteriores y aprobaba la venta de vehículos eléctricos, híbridos y de gasolina a las misiones diplomáticas en Cuba.
No obstante, dos licencias anteriores solicitadas también por Premier Automotive Export Ltd con el fin de exportar este tipo de vehículos y sus estaciones de carga a emprendedores cubanos y micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en Cuba fueron negadas a fines de 2021. El BIS informó a la empresa que esta acción resultaba perjudicial para la política exterior de Estados Unidos, pues existía el riesgo de que se emplearan en actividades que podrían generar ingresos al Gobierno cubano.
¿Cómo funcionan los vehículos eléctricos?
De acuerdo con New Motion, una empresa enfocada en sistemas de transporte sostenible perteneciente a la corporación Shell, estos funcionan con motores eléctricos, en vez de con motores de gasolina y obtienen su energía de baterías recargables instaladas en el vehículo.
También existen diferentes modelos de vehículos híbridos que emplean tanto motor eléctrico como de combustión. Dentro de estos se encuentran los enchufables, los no enchufables y los de autonomía extendida.
Los primeros pueden conectarse a las estaciones de carga destinadas para recargar las baterías del motor eléctrico. Los no enchufables funcionan con el motor de combustión, mientras que el eléctrico es empleado como complemento y su batería se recarga cuando se frena o desacelera el vehículo, explica LG Barcelona.
Por su parte, los de autonomía extendida usan normalmente el motor eléctrico, y el de combustión solo cumple la función de recargar la batería cuando se encuentre baja o descargada, especifica Ford.
¿Cuba usa actualmente vehículos eléctricos?
Según el Primer Informe Bienal de Actualización de Cuba a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en 2020 el país empleaba 40 ómnibus híbridos de la marca Yutong para la transportación de pasajeros en La Habana.
Además, funcionaban con baterías eléctricas dos taxis de la empresa Taxi Cuba, 24 paneles de Aguas de La Habana y un ómnibus operado por la Empresa de Ómnibus Urbanos también en la capital.
¿Cuáles son los beneficios de los vehículos eléctricos?
En 2020, el sector del transporte automotor del país consumía 992 000 toneladas de combustible, de las cuales el 74 % eran de diésel y el 26 % de gasolina, especifica el Programa para el Uso y Desarrollo Perspectivo de los Vehículos Eléctricos por Baterías en el Transporte Automotor 2020 – 2030.
Una de las principales ventajas de estos vehículos radica, precisamente, en la disminución del consumo de combustibles fósiles y su importación. En el caso de los ómnibus híbridos no enchufables se ha obtenido un ahorro que varía de 57 % a 66 %.
Su uso permite reducir las emisiones de gases con efecto invernadero e incrementar la eficiencia energética y la disponibilidad técnica de los medios de transporte para la población.
¿En qué estado se encuentran los vehículos de transporte en la Isla?
El 77% de los vehículos cubanos cuenta con más de 20 años de explotación. En el sector estatal el 85% ha sido empleado por más de 10 años. Esto conlleva a que existan problemas de rendimiento, disponibilidad y seguridad, lo cual afecta la calidad de los servicios públicos y productivos, explica el Programa para el Uso y Desarrollo Perspectivo de los Vehículos Eléctricos.
Asimismo, la elevada dependencia de las importaciones de combustible para su funcionamiento crea una vulnerabilidad ante dificultades en el suministro y variaciones de precios en el mercado internacional que pueden llevar a la interrupción o reducción considerable de los procesos productivos y la prestación de servicios.
De igual forma, a medida que pasa el tiempo, se encarecen los costos de mantenimiento y de adquisición de las piezas de repuesto.
¿Qué estrategia se ha planteado para incrementar el empleo de vehículos eléctricos en Cuba?
Para 2030, el país proyecta introducir más de 56 000 vehículos eléctricos a su flota de transporte. El Programa para el Uso y Desarrollo Perspectivo de Vehículos Eléctricos por Baterías plantea una implementación en tres etapas.
La primera, de 2019 a 2021, se enfocó en la elaboración de normas jurídicas que regularan el empleo de los vehículos eléctricos, la creación de una estrategia para la incorporación de la tecnología de estos vehículos a la industria nacional, la búsqueda de financiamiento, y la evaluación de la posibilidad de fabricación de piezas de repuesto y de baterías de níquel y cobalto.
La segunda etapa, de 2022 a 2026, prevé la reducción de los precios de las baterías de litio a nivel internacional y una mayor participación de las fuentes renovables de energía en el sistema electroenergético del país, por lo que se espera una reducción en el periodo de amortización de la inversión en los vehículos eléctricos y una mayor eficiencia en el empleo del crudo nacional para la generación de energía eléctrica.
Con base en estos supuestos, los objetivos de la etapa radican en lograr la electrificación de 12 700 vehículos de combustión y la importación de más de 17 000 vehículos eléctricos.
A su vez, se instalarán y estarán en operación un mínimo de 1 390 puntos de carga lenta o semirrápida en lugares públicos y 100 estaciones de carga rápida con la posibilidad de cargar hasta 4 vehículos eléctricos al mismo tiempo.
Igualmente, se liberalizará la venta en divisas de este tipo de autos para uso particular y se realizarán análisis de factibilidad para la introducción de tractores y máquinas ingenieras eléctricas.
La última etapa, de 2027 a 2030, contempla la electrificación de otros 4 787 vehículos de combustión y la importación de 22 000 como mínimo. Para ese momento el país contará con más de 56 000 vehículos eléctricos, distribuidos por tipo de vehículos de la siguiente forma:
También se instalarán otros 1 036 puntos de carga lenta o semirrápida en lugares públicos y 80 estaciones de carga rápida.
¿Qué resultados se esperan obtener con el Programa?
Con el empleo de vehículos eléctricos se prevé la reducción de 505 000 toneladas equivalentes de diésel y gasolina por año, lo cual representa el 50 % de lo que consumía de combustible el transporte automotor en 2018.
Además, se estima un ahorro de 3 829 millones de dólares estadounidenses en un periodo de 10 años en términos de combustible, mantenimiento y piezas de repuesto, en comparación con los gastos asociados a los vehículos de combustión.
Igualmente, se incrementará la eficiencia, disponibilidad y seguridad del transporte, así como el desempeño del sistema electroenergético nacional, debido a un mayor uso de las fuentes renovables de energía.
Se reducirán las enfermedades respiratorias en las ciudades por la mejora de la calidad del aire, derivada de una menor contaminación, pues se calcula que se reducirán las emisiones de gases con efecto invernadero en 1 039 000 toneladas al año.