Daniel se
levanta todos los días antes de que cante el gallo. Aún sin desayunar camina
ansioso a su patio para cerciorarse de que el horno de carbón que dejó hecho el
día anterior huela como es debido. Eso es los días en que duerme, porque en
muchas ocasiones se queda de guardia toda la noche para evitar que una chispa traviesa
le prenda todo el horno.
Este fotorreportaje propone un acercamiento al antiguo oficio del carbonero. En específico, a un grupo de carboneros que viven en la zona de La Punta y regiones cercanas en el municipio de Unión de Reyes, Matanzas. Más allá de al oficio en sí, busca una aproximación a las historias de esos hombres que dedican su vida a una tarea de tanto sacrificio.