La última vez que visité la finca La Esperanza, en Las Tunas, fue en el año 2022, meses antes de emigrar de Cuba. El sitio es mágico, recóndito y totalmente pacífico.
La última vez que visité la finca La Esperanza, en Las Tunas, fue en el año 2022, meses antes de emigrar de Cuba. El sitio es mágico, recóndito y totalmente pacífico.