Los salvadoreños pagan un impuesto por la recolección y disposición de su basura. Sin embargo, casi nada de ese dinero va a parar a los bolsillos de quienes se dedican al reciclaje.
Los salvadoreños pagan un impuesto por la recolección y disposición de su basura. Sin embargo, casi nada de ese dinero va a parar a los bolsillos de quienes se dedican al reciclaje.