El fondo habitacional de Caibarién quedó seriamente afectado (Foto: Yariel Valdés González)
A algunas zonas ya llega el agua y los habitantes aprovechan para realizar las tareas domésticas (Foto: Yariel Valdés González)
Algunas instituciones estatales abastecen de energía eléctrica los dispositivos electrónicos de los caibarienenses (Foto: Yariel Valdés González)
Ante la ausencia de luz, muchos pobladores sacan sus camas hacia los portales en busca de alguna brisa (Foto: Yariel Valdés González)
Así quedó la nave de los ómnibus de Caibarién (Foto: Yariel Valdés González)
Con tan solo recordar las angustiosas horas del paso del fenómeno, muchos habitantes no logran contener sus emociones (Foto: Yariel Valdés González)
El poderoso ciclón Irma no creyó ni en los materiales más resistentes (Foto: Yariel Valdés González)
El territorio, que se encuentra ahora en fase recuperativa, demorará buen tiempo en recobrar su imagen de pueblo pesquero (Foto: Yariel Valdés González)
En Caibarién, la furia de Irma descargó toda su fuerza y jugó a su antojo con este poblado al centro-norte de Cuba (Foto: Yariel Valdés González)
En la zona del antiguo puerto, a solo unos metros del mar, los daños en las viviendas de seis familias son considerables (Foto: Yariel Valdés González)
Es este uno de los sitios de mayor destrucción de todo el poblado (Foto: Yariel Valdés González)
Este devastador panorama fue el que encontraron muchas familias al regresar a sus hogares (Foto: Yariel Valdés González)
La zona próxima al mar fue la más vulnerable a los azotes de Irma, que llegó a este territorio con categoría 4 (Foto: Yariel Valdés González)
Los cangrejos, uno de los símbolos de Caibarién, se pueden ver por las calles, unos con más vida que otros (Foto: Yariel Valdés González)
Los funcionarios a nivel provincial todavía no se atreven a dar una fecha concreta en la que el municipio pudiera recobrar el servicio eléctrico (Foto: Yariel Valdés González)
Muchas familias quedaron a cielo descubierto por el azote de los vientos huracanados, superiores a los 200 kilómetros por hora, que cruzaron por la también denominada Villa Blanca (Foto: Yariel Valdés González)
Pese a las cuantiosas afectaciones de todo tipo, los caibarienenes tratan de seguir con su vida cotidiana (Foto: Yariel Valdés González)
En los tiempos post-huracán, el acopio de agua es una de las tareas primordiales (Foto: Yariel Valdés González)
Transitar por las calles del poblado, sobre todo en la zona más próxima al mar, resulta una constante prueba de obstáculos (Foto: Yariel Valdés González)
// ¿Tendremos que sufrir mucho más todos? //
¿Ni la cara de esa niña preciosa en la primera foto mueve a TRABAJAR CON EFECTIVIDAD PARA RESOLVER EL FONDO DEL PROBLEMA (que NO es un huracán)?
¿Tendremos que sufrir mucho más todos?