La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) fue fundada el 23 de septiembre de 2013, según lo dispuesto en el Decreto Ley 313 de ese mismo año. Desde su creación, el gobierno cubano ha invertido aproximadamente 300 millones de dólares estadounidenses (USD) anuales para el desarrollo de infraestructura.
Periodismo de Barrio responde varias preguntas esenciales para comprender el funcionamiento de la Zona.
¿Qué es una Zona Especial de Desarrollo?
De acuerdo con la Gaceta Oficial de la República de Cuba, es un espacio donde se establecen regímenes y políticas especiales para fomentar el desarrollo sostenible, mediante la atracción de inversión extranjera, la innovación tecnológica y la concentración de la actividad industrial, con el objetivo de incrementar exportaciones, sustituir importaciones y generar nuevas fuentes de empleo.
Un artículo publicado por la revista Cooperativismo y Desarrollo explica que generalmente se ubican cerca de vías internacionales de comunicación, tienen acceso a la infraestructura del país y logran atraer empresas orientadas a la exportación a través del ofrecimiento de concesiones en materia de impuestos y aranceles aduaneros.
Ello genera la transferencia de tecnologías y conocimientos hacia los productores locales, quienes desarrollan capacidades para la creación de nuevos productos, así como la mejora de los procesos y prácticas organizacionales.
¿Cómo funciona la ZEDM?
La Zona cubre una extensión de 465,4 km² distribuidos en nueve sectores enfocados en la industria, el turismo, y actividades logísticas, pecuarias, forestales, agrícolas y extractivas.
Dentro de los incentivos que ofrece a las empresas que operan se encuentran la exención de los impuestos sobre utilidades durante los primeros 10 años y, posteriormente, la aplicación del 12%; los impuestos sobre ventas o servicios en el primer año y, luego, el 1%; los impuestos en el uso de fuerza de trabajo; y los impuestos aduaneros para la importación de medios, equipos y bienes destinados al proceso inversionista.
Además, posee un sistema de ventanilla única para facilitar la constitución de empresas y la tramitación de registros y licencias, lo cual reduce la carga burocrática al procesar todos los documentos requeridos en un mismo lugar. También cuenta con un régimen ágil de aprobación, con una duración que no excede los 60 días a partir de la presentación del expediente, y solo dos niveles de aprobación.
Al mismo tiempo, cada usuario y concesionario contribuye al Fondo de Desarrollo de la Zona con un pago trimestral del 0,5% de los ingresos brutos obtenidos en la moneda en que operan y, en caso de que no obtengan ingresos en ese periodo, realizan un aporte anual de 600 pesos cubanos convertibles.
¿Con qué infraestructura cuenta la Zona?
La inversión inicial para el desarrollo de la infraestructura fue de más de 800 millones de USD, llevada a cabo con un préstamo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil.
Para 2023, la infraestructura del primer sector se encontraba casi al 90% y tenía un 40% de ocupación aproximadamente. De igual forma, el resto de los sectores ya contaban con su plan de ordenamiento territorial y urbano.
Actualmente, la Zona cuenta con redes de acueductos, alcantarillado y drenaje pluvial, con una disponibilidad de 360 litros por segundo; plantas de tratamiento de residuos líquidos no nocivos y el diseño de un sistema de gestión integral de residuos sólidos se encuentra en proceso; un ferrocarril de doble vía para la transportación de cargas y pasajeros, el cual se enlaza con la red ferroviaria nacional; conexión por fibra óptica, Internet de banda ancha y wifi; una unidad de bomberos; subestaciones eléctricas; y un Centro de Negocios.
De igual forma, se brindan servicios de cáterin, aduanales, bancarios –mediante una sucursal del Banco Financiero Internacional–, de inmigración, de seguridad y protección, e ingeniería y construcción.
Por su parte, la Terminal de Contenedores permite la operación de buques New Panamax, con mayor calado y capacidad de carga, los cuales no pueden acceder al puerto de La Habana, pues el túnel de la bahía limita la profundidad necesaria.
La capacidad actual de la Terminal es de 822.000 Unidades Equivalente a 20 Pies (TEU, por sus siglas en inglés). Esta medida es empleada en el transporte marítimo y cuantifica la carga de un contenedor estándar de aproximadamente 6 metros.
Dentro de los planes de desarrollo se espera continuar la expansión de la terminal de 702 metros de longitud del muelle a 2400 metros y hasta 3 millones de TEU.
No obstante, en los últimos 5 años, los volúmenes anuales de TEU no han superado el 40% de la capacidad total de la Terminal.
Al mismo tiempo, hasta septiembre de 2023, aún no se habían recibido buques New Panamax, a pesar de contar con la capacidad para ello.
¿Qué opciones de inversión existen en la Zona?
Actualmente existen 52 oportunidades de inversión que abarcan 9 sectores económicos. No obstante, los inversores no requieren limitarse a las opciones de proyectos sugeridas por el gobierno cubano, sino que también pueden hacer propuestas.
El sector con mayor cantidad de proyectos es el industrial, el cual incluye la producción de motos y bicicletas eléctricas, cartón corrugado, marcos y molduras, muebles de jardín, tornillos y cables eléctricos, aseo personal de pequeño formato para el turismo, luminarias fotovoltaicas, calzado comercial, vidrio plano y manufacturas, material y equipamiento médico, desechables plásticos, envases de vidrio, de aluminio, y de plásticos flexibles y no flexibles, grifería económica y de lujo, así como transformación de metales.
Por su parte, el sector de alimentos busca inversión en el cultivo de frutas, la producción de semillas, postres, gelatinas, lácteos, pastas, embutidos, salsas, condimentos, harina y carne de cerdo y pollo; el de la construcción, en productos asociados a rocas ornamentales, producción de muebles sanitarios, cerámica para pisos y paredes, y carpintería mecánica y de PVC; y el de transporte, en el desarrollo ferroviario hacia la Zona y la reparación de astilleros.
A su vez, el de logística cuenta con oportunidades de proyectos en instalaciones de servicios logísticos, un centro logístico regional y un centro operativo logístico biofarmacéutico; el farmacéutico posee dos proyectos para la producción de medicamentos; el inmobiliario se enfoca en la construcción y gestión de naves estándares y un centro de negocio; el de energía en la producción de paneles y parques solares fotovoltaicos; mientras que el de biotecnología cuenta con un proyecto para la producción de proteínas recombinantes.
Hasta 2023, la Zona contaba con 64 negocios aprobados, de los cuales 44 se encontraban en operaciones, y la participación de 21 países y 11 multinacionales.
¿Ha tenido éxito la ZEDM?
De acuerdo con el economista Omar Everleny Pérez Villanueva, la decisión de desarrollar la ZEDM implicaba varios problemas. El primero consistía en la localización del puerto del Mariel, a 60 km de la capital, lo cual incrementaba los costos de transporte interno, tanto de mercancías como de los trabajadores que no residían en el área. Ello llevó a realizar nuevas inversiones en vehículos de transporte de carga, combustible, así como piezas y partes para los medios de transporte.
Implicaba una apuesta arriesgada, pues la inversión solo resultaba aconsejable si lograba atraer parte del tráfico marítimo de carga del área del Caribe, que no podía acceder al puerto de La Habana por la limitación en la profundidad de su canal de acceso.
El obstáculo en este sentido radicaba en que otros países más cercanos al Caribe, como Panamá y Colombia, ya desarrollaban puertos con características similares. Además, debido al embargo estadounidense, los barcos que atracaran en el Mariel no podrían hacerlo en puertos de ese país durante seis meses, lo cual funcionaba como un elemento disuasorio.
Paralelamente, el volumen de comercio exterior de Cuba no requería la inversión en una nueva terminal de contenedores, pues las terminales existentes en La Habana y en el resto de los puertos del país permitían gestionar la carga marítima que arribaba a la Isla.
A más de 10 años de su inauguración, la ZEDM no ha logrado cumplir con los objetivos que se plantearon para su creación y, en este plazo, los recursos invertidos en su desarrollo no han sido rentables. Pérez Villanueva explica que su recuperación podría lograrse si la economía cubana experimenta una mejora o si ocurre un aumento significativo en la inversión extranjera en la ZEDM.