La sociedad cubana ha sufrido un declive en todos los ámbitos de la vida del país: en lo social, económico, político, cultural, etc. Esto ha desembocado en un aumento de los índices de pobreza, la desigualdad es más notable y se reduce a unos pocos el insuficiente abastecimiento de productos de primer orden. Todo ello ha hecho que se potencie el mercado negro y que surjan nuevas vías de subsistencia al margen de la legalidad.
Mi intensión con esta serie fotográfica es visibilizar el fenómeno de los marginados sociales, así como los mecanismos para sobrevivir en un sistema que ha demostrado ser cada vez más imperfecto y lleno de fisuras, dejando desamparados y sin opciones a un grupo de ciudadanos que han ido en aumento en los últimos años.
Este circuito de mercadeo empobrecido siempre ha existido, pero se ha acrecentado por la escasez que sufren los sectores más desfavorecidos, como son los ancianos, alcohólicos, o las personas que padecen de alguna enfermedad mental y viven en condiciones críticas o de abandono total.
Los protagonistas de estas imágenes dedican su día a día a buscar “cosas” en los basureros o en cualquier sitio. Son personas que sufren acoso policial y tienen que mudarse de sitio para poder vender lo que encuentran, además de las posibles multas que les imponen por ser antihigiénicos y por propagación de epidemias, pues aquello que reciclan y venden lo extraen de la basura.
Señor sentado en el suelo. Vende cosas que se encuentra (en mal estado en su totalidad). Calle Egido, La Habana (Foto: Yoanny Aldaya).
Mujer débil visual tratando de vender algunos espejuelos, entre otras cosas. Soportal de la calle Egido, La Habana (Foto: Yoanny Aldaya).
Manos de una pareja que vende cosas viejas, que ellos mismos reparan, como medio de sobrevivencia (Foto: Yoanny Aldaya).
Zapatos, blusas y carteras desgastadas son algunas de las tantas cosas que esta señora vende en los portales de Egido para poder mantenerse (Foto: Yoanny Aldaya).
Caja de cartón, saco, plumones gastados y percheros sobre el piso son la muestra de mercancía de este hombre mayor (Foto: Yoanny Aldaya).
Joven descalzo con un saco donde lleva todas sus pertenencias. Al pedirle permiso para hacer las fotos, me dijo: “Que no salga mi cara” (Foto: Yoanny Aldaya).
Señor sentado en un quicio de la calle Corrales, otro portal donde acostumbran a vender todo tipo de cosas. Ofrecía muchos zapatos de mujer, al sol, la única sombra es la de él mismo proyectada sobre un gran portón de madera (Foto: Yoanny Aldaya).
Persona con discapacidad tratando de vender zapatos usados, serruchos y una paleta de ventilador metálica en la calle Egido (Foto: Yoanny Aldaya).
Entre la multitud de personas en la calle Egido, un hombre enseña todo lo que tiene para vender a un muchacho; más que querer comprar algo, daba la impresión de que el muchacho deseaba también vender en la zona (Foto: Yoanny Aldaya).
Vendedor de múltiples objetos con los pies cruzados. Calle Egido (Foto: Yoanny Aldaya).
Hombre relativamente joven organiza en el suelo las cosas encontradas (Foto: Yoanny Aldaya).
Señor con gorra, que lleva como insignia el águila y la bandera de Estados Unidos, tratando de vender unos viejos tenis (Foto: Yoanny Aldaya).