Desde 2012 la producción nacional de papa no sobrepasa las 150 000 toneladas, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Sin embargo, los rendimientos de estas cosechas se han mantenido por encima de las 20 toneladas por hectáreas (t/ha), una cifra superior al promedio mundial de 16 t/ha. A pesar de ello, en 2021 el cultivo alcanzó solo 97 292 toneladas, señala la ONEI.
Periodismo de Barrio responde varias preguntas esenciales para comprender los problemas con la producción de este tubérculo en Cuba.
¿Cómo se realiza la cosecha de papa en Cuba?
La siembra de papa se lleva a cabo en las zonas llanas del occidente y centro del país desde mediados de noviembre hasta fines de diciembre para ser recolectadas en marzo del siguiente año, con el fin de coincidir con la temporada de sequías y las temperaturas más bajas, pues los rendimientos de las plantaciones realizadas después de diciembre son afectados por las altas temperaturas, explica un artículo publicado en la revista Biotecnología Vegetal.
Una investigación de 2016 del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas señalaba que las variedades de papa que se cultivan en Cuba son resultado de la selección e introducción en la Isla de ejemplares extranjeros que puedan adaptarse a las condiciones climáticas. Paralelamente, diversas instituciones han trabajado en el mejoramiento y modificación genética del cultivo para lograr nuevas variedades con una adaptación más elevada al clima tropical y altos rendimientos productivos.
No obstante, la mayor parte de las semillas empleadas en las cosechas nacionales son importadas. De acuerdo con Trade Map, el principal origen de las compras en el exterior son los Países Bajos, cuyas exportaciones del producto hacia Cuba representaron, aproximadamente, el 71 % de las compras en el exterior de semillas de papa de 2016 a 2018, seguidos por Francia (28 %) y Bélgica (1 %).
Para 2021, todas las semillas importadas en la Isla provenían de los Países Bajos, con un total de 14 401 toneladas, las cuales supusieron el 79 % de las papas sembradas en Cuba, mientras que el 21 % restante fue cubierto con semillas nacionales, declaró Enel Espinosa Hernández, encargado de este cultivo en el Ministerio de Agricultura.
¿Por qué se ha reducido la producción de papa en Cuba?
En 2021 se produjeron 97 292 toneladas del tubérculo, la tercera cifra más baja desde 1985, después de las cosechas de 2014 y 2016, con 53 308 y 95 663 toneladas, respectivamente.
Un informe preliminar sobre la cosecha de papa de 2022, publicado por el Ministerio de Agricultura (MINAG), mostraba que del Plan Total de Producción de 120 914 toneladas solo se había logrado recoger el 77 %, es decir, 93 649 toneladas, una cifra aún más baja que en 2016 y 2021.
Si bien desde 2008 los rendimientos del cultivo se han mantenido por encima de las 20 t/ha, la superficie de cosecha del producto se ha reducido a niveles inferiores a las 7 000 hectáreas (ha), con un mínimo histórico de 2 568 ha en 2014, es decir, que a pesar de que se mantienen los rendimientos, la disminución en el área cultivada ocasiona que se produzca menor cantidad de papas.
Esta reducción se debe a la falta de recursos para garantizar un área más extensa del cultivo, así como la cantidad de semillas disponibles para su siembra. En la campaña de 2021-2022, otros factores contribuyeron a que se produjera una cifra tan baja en la cosecha.
Espinosa Hernández explica que el 56 % de la siembra se realizó después de diciembre, fuera del calendario ideal, por no contar con los insumos necesarios. Además, el informe del MINAG señala que otra causa que afectó la producción fue el inicio temprano de la primavera, con lluvias que ocasionaron atrasos en la cosecha y altos niveles de pérdidas por pudriciones.
¿A dónde se destina la papa producida?
De acuerdo con el MINAG, la mayor parte de la cosecha de papa se asigna al consumo de la población (60.7 %), seguido por las industrias (11.4 %) y el turismo (10.6 %).
La cantidad restante se emplea como semillas para la siguiente cosecha, el consumo social priorizado y el almacenamiento en frigoríficos.