¿Cómo y dónde comenzaron las protestas?
Las primeras imágenes provenían del municipio artemiseño de San Antonio de los Baños; luego se sumarían Palma Soriano, en Santiago de Cuba; Centro Habana, en la capital; y zonas de Mayabeque, Camagüey, Pinar del Río, Holguín, Matanzas, y Cienfuegos, hasta alcanzar más de sesenta puntos confirmados hasta el momento.
Los gritos de “Libertad”, “Patria y Vida”, “Abajo la dictadura” y “No tenemos miedo” guiaron a los manifestantes, según quedó registrado en las redes sociales, donde la etiqueta #SOSCuba movilizaba también a numerosos artistas y personalidades de todo el mundo, preocupados ante la situación sanitaria del país.
En varios lugares, las manifestaciones –en su mayoría pacíficas, aunque existen imágenes virales de carros volcados– fueron reprimidas violentamente por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), las brigadas especiales (Boinas Negras), así como por agentes del orden vestidos de civil. Las fotografías y videos de los propios manifestantes muestran golpes, amenazas con armas de fuego, y vehículos militarizados intentando disolver las protestas. A partir de las denuncias de familiares y amigos, una lista con decenas de personas detenidas o desaparecidas circula en las redes sociales y en grupos de WhatsApp y Telegram.
En la tarde del martes 13 de julio, autoridades del Ministerio del Interior confirmaron la primera muerte por causa de los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes: Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años de edad, en el barrio de la Güinera, municipio Arroyo Naranjo, La Habana.
¿Cuál fue la respuesta del Gobierno cubano?
A las cuatro de la tarde del domingo, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez compareció en vivo en la televisión nacional, luego de su llegada de San Antonio de los Baños, donde recorrió algunas calles y ofreció declaraciones a los medios de prensa oficiales.
Durante su intervención, Díaz-Canel se refirió a las protestas como “provocaciones” y desconoció su magnitud y legitimidad al decir que se trataba solo de un grupo de personas en “determinadas calles y plazas”, “movidas por propósitos malsanos”.
“No vamos a admitir que ningún contrarrevolucionario, mercenario vendido al imperio de los Estados Unidos, vaya a provocar desestabilización en nuestro pueblo. Estamos convocando a todos los revolucionarios del país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles en cualquiera de los lugares donde se vayan a producir estas provocaciones”, dijo.
En cierre imperativo de su comparecencia, minutos después de haber alertado sobre la irresponsabilidad de quienes alentaban a salir a las calles en medio de la pandemia, añadió: “La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”.
Al día siguiente, junto a integrantes de su gabinete de gobierno, Díaz-Canel ofreció una conferencia de prensa televisada (para medios cubanos oficialistas) donde se dieron informaciones acerca de la situación energética, epidemiológica, y el manejo de la crisis sanitaria por parte de las autoridades cubanas; y donde se refirieron de manera pormenorizada a las consecuencias del bloqueo estadounidense y las “campañas mediáticas” que intentan articular un “golpe blando” contra el país.
El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla convocó en horas de la tarde del martes 13 de julio a integrantes del cuerpo diplomático acreditado en La Habana para “brindar informaciones sobre la coyuntura actual y la agresión incrementada del gobierno de EE. UU.”, según publicó en su cuenta de Twitter.
Los medios de prensa estatales, por su parte, se han hecho eco de la posición del Gobierno al difundir imágenes de la “respuesta revolucionaria” protagonizada por brigadas de respuesta rápida con banderas cubanas y las consabidas consignas.
Mientras, los reportes de ausencia de datos móviles y las intermitencias en el servicio de Nauta Hogar en toda la Isla, mantienen a millones de cubanos incomunicados desde que comenzaron las protestas.
¿Qué ha dicho el mundo?
El presidente de Estados Unidos hizo pública una declaración con un llamado a que se reconozcan derechos fundamentales y universales del pueblo cubano:
“Esos derechos, incluido el derecho a la protesta pacífica y el derecho a determinar libremente su propio futuro, deben respetarse. Estados Unidos hace un llamado al régimen cubano para que escuche a su pueblo y atienda sus necesidades en este momento vital en lugar de enriquecerse”, se lee en el comunicado.
Bob Menéndez, senador del Partido Demócrata de New Jersey, dijo este martes que “no habrá intervención militar en Cuba”; “lo que sí va a haber es un respaldo al pueblo cubano, de cómo ayudamos al pueblo, pero no a esos que lo oprimen”, añadió.
Como era de esperar, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó su apoyo al Gobierno cubano y pidió a Estados Unidos el “levante inmediato de las sanciones y el bloqueo” contra Cuba.
Asimismo, se pronunció Alberto Fernández, presidente de Argentina; y el de México, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que tienen que ser los cubanos quienes decidan, y que “No debe de haber intervencionismo. No debe de utilizarse la situación de salud del pueblo de Cuba con fines políticos. Eso debe quedar de lado. Nada de politización, de campañas mediáticas, que ya se están dando a nivel mundial”.
Por su parte, Wendy Morton, secretaria de Estado británica para la Vecindad Europea y las Américas (FCDO), dijo en Twitter que “Seguimos de cerca las protestas en #Cuba. El Reino Unido pide calma y moderación. El pueblo cubano debe tener la libertad de expresar sus opiniones de manera pacífica”.
El Dr. Antony Stokes LVO, embajador británico en la Isla, igualmente tuiteó: “Todo país debe tener el derecho a su independencia. Todo ciudadano tiene el derecho a disentir, a manifestarse pacíficamente y a demandar respuestas”.
“La violencia nunca será la mejor vía. El diálogo y el entendimiento mutuo pueden abrir más puertas de las que imaginamos”, añadió.