La primera planta bioeléctrica en Cuba

Una pésima inversión, con atrasos de años en la obra ingeniera y sobrecoste (algo típico de todo lo que se construye en Cuba; posible fuente de corrupción y robo de millones de dólares). Pero lo peor de todo es que no se posee biomasa suficiente para explotar su capacidad al 100% todo el año, pues el central Ciro Redondo a duras penas puede proporcionar una parte de la demanda en los 3 meses de la zafra azucarera con el bagazo resultante de la molienda. El no existir suficiente marabú suficiente para suministrar el resto de la demanda, eso sin contar las dificultades para obtener biomasa de marabú, y que si se desea utilizar el de otras provincias se acarrearían costos de transporte (que habría que ver como se logra) significativos y que posiblemente echen por tierra la rentabilidad. Y por último y lo peor de todo es el destino de cientos de hectáreas hábiles para el cultivo de viandas, hortalizas u otros cultivos a la siembra de caña energética para de esa forma lograr mantener en funcionamiento la planta con esta biomasa alternativa. Nada que un sueño muy altruista pero a la vez muy mal planificado y ejecutado, en el que dudo mucho exista rentabilidad o si quiera retorno de la enorme inversión que se ha realizado, al no contarse con las mínimas condiciones indispensables para garantizar un suministro seguro y continuo de biomasa para su operación.