En un hotel de 3 estrellas, ubicado en el populoso distrito de La Victoria en Lima, Convoca.pe encontró a cuatro ciudadanos cubanos que se quedaron atrapados en la capital del Perú luego que el gobierno anunciara el cierre de fronteras la noche del 15 de marzo para enfrentar el avance de la pandemia.
Con mascarillas de protección y, a la vez, con una gran voracidad por contar su peripecia, nos dieron el encuentro en las afueras del hotel, a pocas cuadras del principal emporio textil de Lima, Gamarra, que aún luce vacío por la cuarentena. Por razones de sanidad pública, el hospedaje prohibió el ingreso de otras personas que no sean trabajadores o huéspedes.
Annia Valdés y Zoraida Pérez, ambas de unos 45 años, legaron juntas a Lima a las 9 de la noche del 15 de marzo para hacer cuatro días de turismo en la ciudad de Lima. Pero mientras ellas aterrizaban en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, centenares de peruanos y extranjeros se movilizaban a los aeropuertos de las ciudades donde se encontraban ante el anuncio que el presidente de la República Martín Vizcarra acababa de dar a la nación apenas una hora antes.
Al promediar las 8 de la noche, Vizcarra informó al país que las fronteras sólo permanecerían abiertas hasta las 11 y 59 de la noche del 16 de marzo para frenar los embates del nuevo coronavirus. Desde ese momento la incertidumbre y la angustia se multiplicaron.
“Apenas nos enteramos por los pasajeros de la noticia del Presidente, fuimos al área de salida de Latam para cambiar el pasaje y la fila era inmensa”, cuenta Annia, quien asegura que la aerolínea fue el primer muro que impidió su retorno a la isla.
Annia narró que la compañía quería cobrarle 700 dólares por el cambio de pasaje y que luego de unas horas de reclamo de los pasajeros, Latam bajó el costo a 500 dólares, pero solo quedaban tres lugares en el avión que partía a las 8 de la mañana del 16 de marzo. Era una carrera contra el reloj y la avaricia. “¿Usted sabe que es estar en la cola desde las 10 de la noche hasta las 6 de la mañana y sin poder regresar?”, increpó.
La trasnochada no dio sus frutos. Pero en la fila de reclamo, Annia y Zoraida conocieron a otros dos compatriotas: Yuneikys Luna y Alexis Mayor. Entonces los cuatro se trasladaron al hotel de La Victoria y decidieron comunicarse con la Embajada de Cuba en Lima, que los agregó a una lista de varados para gestionar el retorno a su país. En total eran unos 92 cubanos del oriente y occidente de la isla que permanecían en Lima atentos a algún noticia para hacer posible la ansiada repatriación.
En medio de la ansiedad y el cansancio, los cubanos también pudieron conocer la solidaridad. Mientras Convoca.pe conversaba en la puerta del hotel con Annia y Zoraida, pasó por la calle la señora Alicia Surichaqui, una vecina de La Victoria que vive cerca al Parque Indoamérica, ubicado a la espalda del hotel. El grupo de cubanos comentó que la señora Surichaqui y otros peruanos de la zona les brindaron comida porque el dinero era cada vez más escaso en sus bolsillos conforme pasaban los días.
“Yo les estoy facilitando la comida y cuando vuelvan de allá me pagarán, pero eso es lo de menos. Les traigo comida y agua como gesto de humanidad”, contó Alicia tras confesar que ella también está pasando por apuros económicos debido a que el aislamiento social obligatorio no le permite vender en su puesto de comida en la avenida Prolongación Huánuco, en La Victoria.
Zoraida, compañera de viaje de Annia, explicó que desde el cierre de fronteras la embajada solo les comunicaba que se encontraban en coordinaciones con el gobierno peruano para encontrar la alternativa para repatriarlos. La desesperación de los cubanos aumentaba con el pasar de los días y creció más con el anuncio del presidente Vizcarra de ampliar el estado de emergencia sanitaria y el cierre de fronteras hasta el 12 de abril.
En Cuba también las medidas sanitarias se hacen más drásticas y el gobierno de la isla anunció el 31 de marzo que en 48 horas se cerrarían las fronteras definitivamente, lo que incrementó la preocupación de los cubanos que conversaban con Convoca.pe para este informe.
“Lo menos que pudo haber hecho la embajada es ubicarnos en un lugar para poder dormir. Aquí ni aparece el avión, ni nos ayudan, solo nos dicen que están coordinando”, reclamó Zoraida en medio de su desesperación. “¿Dónde está la traba que no permite a los gobiernos recoger a los suyos?”, preguntó como un misil al centro de la burocracia y las gestiones consulares. Y es que en Cuba también se encuentran unos 120 peruanos a lo largo de la isla.
A lo largo del lunes 30 de marzo, Convoca.pe entrevistó a diversos diplomáticos cubanos en Lima, quienes manifestaron que venían coordinando con la Cancillería de Perú y con algunas compañías aéreas privadas para llegar a un acuerdo. Sin embargo, algunos intentos con importantes aerolíneas no prosperaron.
“No queremos darte mayores detalles para no levantar expectativas que luego no se cumplan”, señaló una fuente diplomática a este medio digital y agregó que estaban considerando todas las opciones para lograr concretar el acuerdo y comunicarlo.
Dos días después, el 1 de abril, la embajada cubana informó a Convoca.pe que luego de muchas gestiones entre las autoridades de Lima y La Habana, se logró a un acuerdo con una de las aerolíneas: Star Perú, una compañía que solo hace vuelos nacionales, pero que aceptó realizar un vuelo charter que llegará a ‘la mayor de las Antillas’ desde donde también recogerá a los peruanos varados. El vuelo salió hoy a las 5 de la tarde desde el Grupo Aéreo N° 8 en el Callao. El aterrizaje a suelo cubano está programado para las 11 de la noche, hora cubana.
El embajador cubano Sergio Gonzáles informó a Convoca.pe que este vuelo de repatriación se logró gracias a la coordinación entre los ministerios de Relaciones Exteriores de Perú y Cuba y de las embajadas respectivas. El diplomático añadió que la aerolínea StarPerú “se ha portado muy bien” y que ha sido flexible ante las solicitudes de las autoridades peruanas. Los repatriados cubanos lograron embarcarse en el avión por un valor simbólico, que osciló entre 50 y 60 dólares, gracias al acuerdo entre ambos gobiernos.
En simultáneo, el gobierno cubano ha empezado a trasladar al Aeropuerto Internacional ‘José Martí’ de La Habana a los peruanos varados que se encuentran en ciudades alejadas de la la capital cubana como Baracoa, en el extremo oriente de la isla, Holguín, Camaguey, Las Tunas, Mayabeque y Artemisa.
Cuando lleguen esta noche a Cuba, Annia, Zoraida, Yuneikis, Alex y sus compatriotas deberán permanecer en cuarentena en lugares determinados por el Ministerio de Salud Pública de Cuba. Así terminarán los días de odisea y dificultades que vivieron, aunque el aislamiento obligatorio sea la última barrera para volver a abrazar a los suyos.
Los peruanos varados en Cuba
A pesar de ser connacionales, los peruanos Yuri Ramón, Víctor, Zamir y Marlise se vieron por primera vez en La Habana, frente a la Embajada de Perú. Tras el anuncio del cierre de las fronteras por el gobierno de Martín Vizcarra, las aerolíneas cancelaron sus operaciones y ellos quedaron varados en Cuba. Aquel miércoles 18 frente a la embajada peruana no pudieron encontrar respuesta de los diplomáticos de su país, sin embargo cinco días más tarde, un grupo de WhatsApp se volvió para ellos la puerta más directa a la Patria. En esa red social compartieron frustraciones, incertidumbre, desconsuelo, tristeza…pero también solidaridad, información, esperanza y camaradería.
Yuri Ramón Crovetto, el creador del grupo de WhatsApp, llegó a Cuba para atender problemas de salud. Logró comprar los medicamentos para su tratamiento y quedó varado en La Habana cuando su viaje de regreso fue postergado. Días después, el gobierno cubano, tras confirmar varios casos importados de COVID-19, prohibió a los extranjeros salir a las calles y trató de agruparlos en hoteles.
“Yo estaba en una casa de renta y al principio salía a buscar alimentos para el desayuno y la comida”, contó Yuri Ramón. “Luego, si salía a la calle, los vecinos llamaban al dueño de la pensión. Trataron de llevarme a un hotel donde me indicaron que la habitación costaría 30 CUC (unos 30 USD) por noche, pero yo no contaba con ese dinero, además ya había pagado una tarifa menor —20 CUC— hasta el día 2 de abril”.
Yuri Ramón dijo que a él le permitieron mantenerse en la casa de renta, pero supo de otros peruanos, hospedados en hoteles, que no tenían forma de conectarse a Internet y mantener la comunicación. Muchos de ellos sortearon las prohibiciones de movimiento y lograron camuflarse entre los cubanos para comprar tarjetas de conexión y leer los mensajes compartidos en el grupo de WhatsApp.
“Varados en Cuba” —así se nombra el grupo— está compuesto por unos 30 peruanos. Allí comparten la información de la Embajada de Perú en Cuba y del señor Jorge Antonio Méndez Torres-Llosa, Director General de Comunidades Peruanas y Asuntos Consulares.
“Les cuento en detalle nuestras gestiones para que comprueben que el personal del Ministerio de Relaciones Exteriores en la sede central y en La Habana, está trabajando para que ustedes vuelvan cuanto antes a la Patria. Su dolor y su angustia es nuestro”, escribió el señor Méndez para aliviar a los peruanos.
Alejandro Boe, un cubano residente en Perú que quedó varado en Cuba con su esposa e hija — ambas ciudadanas peruanas—narró que veía con desconfianza las gestiones, porque la embajada de Perú no respondía y pasaba el tiempo y no se concretaba una solución.
“Teníamos pasaje de regreso el día 23 y al extenderse la estancia acá han aumentado los gastos”, agregó. “Mi familia y yo estuvimos incluso ingresados cuatro días en el IPK (Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí) porque mi esposa comenzó con falta de aire. Por suerte los análisis dieron negativos [a COVID19]”.
Al regresar del hospital trataron de cobrarles 420 dólares por cada uno y 340 por la niña, pero explicaron su situación, les tomaron los datos y los dejaron ir sin costo, contó Boe.
“Nosotros ya no tenemos dinero. Estamos quedándonos en la casa de mi hermano”, dijo. “Tampoco podemos pagar los 400 dólares que nos cobran por el vuelo de regreso”.
A pesar de las complejidades del Internet en Cuba —0.70 USD/hora y disponible en wifis de parques y hoteles— los peruanos varados lograron mantenerse en contacto a través del grupo de WhatsApp. Los mensajes eran constantes. Todos tenían mucho que decir y contar. Media hora sin conexión y sería casi imposible seguir el ritmo de la conversación.
En ese chat, varios de ellos se habían mostrado dispuestos a pagar 400 USD por pasajero para contribuir con los costos de un vuelo que los repatriara a Perú. Este miércoles 1 de abril, la noticia de la concreción de un vuelo chárter de StarPeru, alegró a la mayoría. El avión saldrá de La Habana con el grupo de peruanos, mañana 3 de abril, a las 10 de la mañana de Cuba.
Christian Jesús es uno de los que finalmente regresará, tras llegar a Cuba por primera vez en un viaje de turismo y por intereses religiosos.
“Han sido días muy duros porque se acabó el arriendo, fue una agonía recibir dinero desde Perú y la comunicación por Internet es muy complicada, pero he podido sobrellevar las cosas”, contó.
A pesar de esas experiencias aseguró que se lleva mucho cariño y respeto por el pueblo cubano y en cuanto pueda regresará.
Otros, como él, también ya sueñan con regresar a Cuba cuando la situación cambie. Sin embargo, tal como aseguró Yuri Ramón, solo podrán estar tranquilos cuando sientan que el avión despega y luego, cuando lleguen a su país. Allí, como los cubanos que regresan desde Lima, deberán esperar dos semanas para reunirse con sus familiares.
“Todos ustedes al llegar al Perú van a cuarentena obligatoria por 15 días en un hotel, la misma será pagada por el gobierno peruano”, les informó en un mensaje Méndez Torres-Llosa.
Pero, no todos podrán regresar a casa. Alejandro Boe contó que su esposa e hija esperan la confirmación definitiva de una ayuda de la Embajada de Perú en Cuba para poder repatriarse. Él, sin embargo, a pesar de ser el sustento de la familia, no podrá acompañarlas. El gobierno de La Habana mantiene una regulación de viaje sobre todos los residentes cubanos y, aunque él viva desde 2017 en Lima, mantiene aún el estatus que le impide, salir de Cuba.
Boe ni siquiera podrá acompañarlas al aeropuerto. Pero por los lazos creados en el grupo de WhatsApp, sabe que su esposa e hija viajarán con gente buena, solidaria; peruanos que quizás no se habían visto nunca, pero que, tras tantos días de desespero, nunca más serán desconocidos. Al menos, para algo bueno, sirvió este tiempo de incertidumbre.
Informe elaborado por Luis Enrique Pérez de Convoca.pe de Perú y Glenda Boza del Servicio de Información de Periodismo de Barrio y El Toque de Cuba.
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