La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 afecta hoy a casi todos los países del mundo. Cerca de 200 000 personas padecen la enfermedad actualmente, de acuerdo con los análisis realizados en laboratorios y publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero un número desconocido de portadores podría no haber sido detectado aún. En Cuba, a pesar de las medidas adoptadas por las autoridades, la preocupación crece entre la ciudadanía luego de la confirmación de los primeros casos positivos.
Con el incremento del acceso a Internet y a diferentes redes sociales y aplicaciones, comenzamos a experimentar como nación la misma sobreabundancia de información, especulaciones, cadenas de noticias y audios falsos o manipulados, que han llegado a ser calificados como “infodemia” o “infoxicación” por parte de varios expertos en comunicación. La desinformación se replica casi al mismo tiempo que el agente patógeno detectado por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, China.
En este contexto, los medios de comunicación tenemos el deber de proveer servicios públicos de información realizados con responsabilidad, ética, apego a las fuentes, veraces, que no tributen a alimentar el pánico ni a minimizar los riesgos. Los periodistas independientes en Cuba tenemos, además, un reto doble. Sin acceso a fuentes especializadas ni a las autoridades en calidad de reporteros, sino apenas de ciudadanos, carecemos de algunos recursos para ofrecer una cobertura integral.
Por este motivo, los equipos de Periodismo de Barrio y elTOQUE han creado una alianza para presentar una cobertura conjunta que permita contribuir a chequear hechos, frases y matrices de opinión que circulan en sitios de redes sociales, contextualizar la información publicada en medios de comunicación, sistematizar las complejas producciones científicas sobre el tema para que todos los públicos puedan entender la situación epidemiológica en la que se encuentra no solo el país, sino también el planeta.
Nuestro primer objetivo es contribuir a la toma de decisiones informadas por parte de la ciudadanía y a desarrollar el sentido crítico y cuestionador que permita diferenciar una opinión, una información, o un producto verdadero de uno falso.
Esta es una iniciativa abierta a la colaboración. Agradecemos a cualquier colega, medio, ciudadano, que quiera integrarla. Nos une la certeza de que el éxito de las medidas que se tomen dependerá también de la eficacia y responsabilidad con que sean explicadas, analizadas y comprendidas por parte de los medios de comunicación.
Como siempre tocando en la diana. Cuídense mucho.