La situación generada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha promovido el aislamiento social en el espacio físico, generando una explosión del consumo de Internet. ¿El resultado más inmediato? El teléfono no deja de reportar notificaciones y muchas son fake news (noticias falsas).
El análisis del fenómeno asociado a las fake news alcanzó su momento cumbre durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 en las que resultó electo Donald Trump. Desde entonces, la discusión en torno a la (des)información en las redes sociales ha escalado. La gravedad de difundir noticias falsas pasa desde la difamación hasta influir en la opinión pública o generar una alarma social. Por desgracia, la mayoría de las veces no somos conscientes de cuánto contribuimos a su propagación.
La ola de fake news relacionadas con el nuevo coronavirus que circula por las redes sociales se mueve a través de datos engañosos. Se destacan la atribución de la cura de alrededor 1 500 chinos en un día al interferón alfa-2b humano recombinante producido por Cuba; la circulación de informaciones totalmente falsas asociadas a métodos “alternativos” para prevenir o, incluso, diagnosticar la enfermedad y también teorías de la conspiración a borbotones.
Para hacerle frente, medios especializados y fact-checkers o “verificadores” de todo el mundo han unido sus recursos durante esta crisis. Entre tantas iniciativas, destaca un proyecto colaborativo coordinado por el International Fact-Checking Network, integrado por especialistas de al menos 30 países y cuyo trabajo se puede seguir en las redes sociales a través de los hashtags #CoronaVirusFacts y #DatosCoronaVirus.
Sin embargo, aunque el ritmo de trabajo de estos profesionales es asombroso, resulta insuficiente ante la fuerza que alcanzan las noticias falsas.
En el momento en el que nos encontramos no existe mejor verificador que uno mismo, por lo que es imprescindible saber diferenciar cuándo un contenido puede ser falso o engañoso.
Aunque hay mucha diversidad de criterios, First Draft, una organización sin ánimo de lucro que ofrece herramientas para mejorar los estándares de la información en Internet, propone una clasificación con siete tipos de fake news:
- Contenido inventado (completamente falso).
- Contenido impostor (suplanta fuentes genuinas).
- Contenido manipulado (textos o imágenes reales manipuladas para variar su sentido).
- Contexto falso (información real sacada de contexto).
- Omisión de contenido (eliminar partes de la información para sesgar la noticia).
- Conexión falsa (noticias, imágenes o pies de fotos que no se corresponden entre sí).
- Sátira o parodia (el contenido es irónico y no busca engañar pero puede tener ese efecto).
Teniendo claro a qué tipo de “noticias” puedes enfrentarte te resultará mucho más fácil aprender a identificarlas.
Las fake news apelan por lo general a emociones inmediatas que buscan que nuestro primer impulso sea compartirlas. Sin embargo, el solo hecho de que la noticia “pida” que creamos en esta es un elemento más que suficiente para desconfiar. Las reglas básicas del periodismo implican el citado de fuentes a través de las cuales se pueda corroborar la información que se ofrece.
Por tanto, tómate unos minutos para leerte todo el texto, comprobar su autoría, preguntar a la persona que te compartió la información cuál es su fuente e, incluso, hacer una búsqueda rápida en Google sobre el tema.Incluso, en estos días en los que las cadenas de mensajes se han disparado con audios y videos que contienen “informaciones de valor”, no está de más que intentes resumirlas y las busques en Internet introduciendo las palabras clave que identifiques seguidas de los términos Whatsapp, Messenger o Telegram (según el canal por el que hayas accedido a ella).
Un recurso que resulta superútil para evitar las noticias falsas es la personalización que ofrece Google Discover, el listado de temas que ofrece Google mediante páginas resumidas en tarjetas y a través de las cuales los usuarios se desplazan en sus dispositivos móviles para acceder a las páginas de origen.
Aunque su uso ha sido bastante controversial por las ganancias que generan los clics a Google, la configuración de esta herramienta no solo permite bloquear medios o temas que no nos resulten de interés, sino que en su última actualización incluyó la opción de denunciar el contenido inapropiado.
Además, en Internet existen múltiples herramientas gratuitas que permiten verificar las imágenes y videos que nos llegan a través de los diferentes canales de redes sociales.
Si recibiste una imagen, que por lo general cuenta una historia, puedes realizar una “búsqueda reversa” que te permita verificar si ha sido reproducida por otros sitios.
Para ello, guarda la imagen en la computadora y súbela a Google Image o a Google Reverse Image Search. Con esta última herramienta, que también funciona como plugin, podrás acceder a la fuente original de la imagen e identificar si ha sido manipulada, una facilidad que también encontrarás con TinEye.
En el caso de los videos, un recurso del que puedes disponer que no resulta complejo es InVid, un plugin habilitado para Chrome y Firefox que cuenta con una variedad de recursos para identificar videos manipulados.
Si te apetece ir unos pasos más allá, puedes consultar sitios especializados en ofrecer servicios de fact-checking. Aquí te recomiendo algunos que están destacando en la cobertura sobre la COVID-19:
- Maldita.es: Es un sitio español que cuenta con una herramienta de verificación propia, denominada Maldito Bulo. Se trata de una extensión disponible para Chrome y Firefox que alerta a los usuarios cuando están navegando por una web poco fiable. Incluso, desmiente la información falsa en el propio navegador, pero debes hacerte socio para ello. No obstante, su cobertura sobre el coronavirus es abierta y puedes acceder a esta a través de su sitio web.
- NewsGuard: Se trata de un sitio estadounidense que cuenta con un equipo de trabajo que emplea métodos propios, quienes evalúan y certifican la credibilidad y transparencia de los sitios de noticias.
Asimismo, en América Latina encontrarás muchos ejemplos de proyectos que han impulsado esta área en la región e igualmente se encuentran realizando un trabajo profundo en relación a las fake news durante la pandemia del coronavirus:
- Chequeado: Sitio web argentino especializado en la verificación del discurso público. Como parte de su misión, promueve el acceso a la información y la apertura de datos.
- Animal Político: Se trata de una publicación independiente de México que cuenta con un apartado especializado en fact-cheking, El Sabueso.
- Efecto Cocuyo: Medio independiente venezolano que, según refieren en su sitio web, “usa todas sus plataformas para el libre ejercicio del periodismo y el acceso a la información”.
- Salud con Lupa: Plataforma digital especializada en salud pública, cuyos trabajos se desarrollan a partir del periodismo colaborativo entre profesionales de América Latina.
- El Surti: Medio paraguayo independiente cuya línea de trabajo, enfocada en la libertad del acceso a la información, es fundamentalmente visual.
¿Conoces algún otro medio o herramienta que pueden ayudar a la verificación de información durante esta pandemia? ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros! Escríbenos a contacto@eltoque.com y periodismodebarrio@gmail.com.
Si te interesa seguir de cerca información verificada sobre la COVID-19 y sus efectos directos en Cuba, no dejes de consultar la cobertura conjunta de elTOQUE y Periodismo de Barrio “Coronavirus en Cuba: Servicio de Información”.