Icono del sitio Periodismo de Barrio

¿Cómo enfrenta Cuba la COVID-19?

Diez casos positivos al coronavirus, una persona fallecida y casi 400 personas ingresadas bajo observación, es el saldo que registra Cuba este 18 de marzo de 2020.

Las autoridades han informado que se mantiene la vigilancia de casi 25 mil personas más a través del sistema de Atención Primaria de Salud.

Hasta ahora sin transmisión comunitaria de COVID-19

Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), explicó este martes en el programa Mesa Redonda que en Cuba no existe hasta ahora trasmisión comunitaria de la enfermedad Covid-19, pues todos los casos confirmados son o han tenido contacto directo con personas que llegaron desde el extranjero.

Los nuevos dos casos confirmados el martes son hombres cubanos: uno de 38 años, de Camagüey, trabajador de un crucero procedente de Italia que llegó a Cuba el 14 de marzo. Se encuentra ingresado en el Hospital Amalia Simoni de Camagüey.

El otro caso es un hombre de 65 años, contacto de su hija que había regresado también de Italia el 7 de marzo y comenzó con síntomas el pasado día 10. La hija es aún sospechosa, pero el padre fue confirmado como positivo. Ambos se mantienen ingresados en el Instituto Pedro Kourí de La Habana (IPK).

La evolución de los dos casos positivos que se unen a los cinco anteriores se describe como “estable y con evolución satisfactoria hasta el momento”.

“No podemos hablar de que existe transmisión en el país, porque eso ocurrirá cuando empecemos a encontrar personas con presencia del virus, con o sin síntomas, que no hayan tenido relación con alguno de los pacientes infectados llegados del extranjero o con vínculos con ellos. Nos preparamos para esa situación”, afirmó García.

Prevención y control desde enero

Durante la Mesa Redonda, Durán explicó la rápida progresión que tuvo la infección y la enfermedad desde diciembre de 2019 cuando se detectaron los primeros casos en Wuhan, China.

Las cifras cambian constantemente: se reportan ya 157 países con presencia del nuevo coronavirus, más de 200 000 casos confirmados y más de 8000 fallecidos.

Durán resaltó la experiencia china, cuyas medidas restrictivas lograron disminuir los casos detectados diariamente y cuya tasa de mortalidad fue de 2.3, mientras que en el resto del mundo ya las cifras superan las del país asiático y las muertes se han incrementado a 4 por cada 100 enfermos.

El funcionario dijo que Cuba preparó un plan de prevención y control de la epidemia desde enero de 2020, el cual se ha ampliado y actualizado con las nuevas características epidemiológicas y clínicas del virus, así como también con su tratamiento.

Valoró la ventaja de Cuba al ser una isla y afirmó que un buen control de fronteras en los aeropuertos minimiza el riesgo. Reconoció también que siempre pueden entrar personas con la enfermedad en periodo de incubación y no ser detectadas, como ha sucedido.

En un inicio “quien llegara de los países con trasmisión —primero China y luego otros nueve países— y tuviera síntomas de esta enfermedad, inmediatamente se aislaba en un centro de salud”.

No se justifica la cuarentena, todavía

“La cuarentena se establece en la medida en que se complejiza la situación del país, no la internacional”, esclareció Durán. “Si se adoptan las medidas y no hay transmisión de la enfermedad no se justifica”.

Dijo también que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece la cuarentena por etapas porque “puede crearse una situación de tensión mayor y el estrés disminuye la capacidad inmunológica y por tanto hay más riegos de contraer la enfermedad”.

“Nuestro país está atento. Hay un grupo de actividades públicas que se han ido controlando y otras se han eliminado”, concluyó Durán.

Sobre el SARS-CoV-2

María Guadalupe Guzmán Tirado, jefa del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), realizó una explicación sobre las infecciones respiratorias agudas (IRA), principal causa de mortalidad por infecciones en Cuba, y también causa de hospitalización, del uso incorrecto de antibióticos, de ausentismo laboral y escolar, etc.

Explicó que dentro de las IRA los virus ocupan un lugar principal y pueden causar una amplia gama de síntomas. “Diferentes virus pueden producir la misma sintomatología”, aclaró.

“Los coronavirus son una gran familia identificada en la década del 30 del siglo pasado por afectar a diferentes animales: aves, murciélagos, conejos, caballos, ratones, cerdos, produciéndoles cuadros respiratorios y diarreicos,” explicó Guzmán Tirado. “En la década del 60 se conocen los coronavirus que afectan al hombre y se reconocen como zoonosis”.

Informó que Cuba tiene en su vigilancia cuatro virus zoonóticos, y otras IR virales y bacterianas. Dijo que los coronavirus son virus grandes, son RNA (ácido ribonucleico como material genético), envueltos, y por eso se aconseja lavarse las manos. “Es sensible al calor, al cloro, al alcohol y estas son herramientas para la prevención”.

“Este es un virus nuevo que cruzó y tiene una alta homología con virus SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) aislados en murciélagos. Los murciélagos son reservorios para diferentes virus. En 2012 —periódicamente se reportan algunos casos— hablamos del MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) que es también un coronavirus con un índice de mortalidad del 30 al 35% pero localizado allí y no se ha extendido”, informó.

También recordó que en 2002 se reportó en China la epidemia del SARS que se comportó como un cuadro grave similar, y con un 9% de letalidad.

Explicó que el nuevo coronavirus es conocido como SARS Coronavirus 2 (SARS-CoV-2) por su similitud al virus del SARS, pero sobre todo a aquel cuyo reservorio son los murciélagos. Dijo que es posible que haya un huésped intermedio, pero este animal aún no se ha reconocido. Agregó que se le llama corona porque visto en el microscopio electrónico las espículas (puntas en la superficie) parecen una corona.

“Se diagnostica a través del exudado nasofaríngeo que es dónde se encuentra la partícula viral”, informó. “Para el diagnóstico se usan técnicas moleculares de avanzada, el llamado test PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real, usado también para detectar otras enfermedades como el dengue y zika y que cuesta entre 40 y 50 dólares”.

Esta tecnología está disponible en el IPK, en el Centro Provincial de La Habana, en Villa Clara y en Santiago de Cuba.

“En el caso del SARS-CoV-2 se introdujo la tecnología y el diagnóstico en Cuba en cuanto se declaró la emergencia mundial y se diagnostican y se hacen estudios en estos laboratorios”.

Añadió que Cuba cuenta con la tecnología, el personal capacitado y los reactivos. “El Estado cubano hace un esfuerzo grande para desarrollar la microbiología”, señaló.

Al referirse al IPK la doctora Guzmán informó que las funciones de este centro científico son la investigación de las enfermedades infecciosas, los servicios altamente especializados —atención a los pacientes, vigilancia y referencia—, y la capacitación y docencia.

“El IPK asume a los pacientes sospechosos y confirmados del Covid-19 con los medicamentos y los protocolos establecidos para el tratamiento, y siguiendo las recomendaciones de la OMS y las experiencias de China y de Cuba, con experiencia en el tratamiento de otros cuadros respiratorios graves”.

Indicó que en la última semana se han capacitado más de 1800 personas del Sistema Nacional de Salud, con información general, y de otros sectores, como apoyo a la implementación del plan nacional para el enfrentamiento a esta emergencia.

Agregó que en el área de investigación de esta nueva enfermedad mantienen intercambio con científicos de otras partes y organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo Mundial, y otros, los cuales han apoyado con reactivos, el fortalecimiento de las capacidades y el entrenamiento, etc.

Promoción y prevención de salud

Entre los grupos vulnerables a la enfermedad COVID-19 se encuentran las personas con más de 60 años y aquellas con enfermedades como hipertensión, asma, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entre otras (Foto: Chris Erland).

El doctor Pablo Feal Cañizares, director del Centro de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (Prosalud), dijo que las medidas de protección de la población son uno de los elementos más importantes de los planes de comunicación y de prevención del sector.

Entre las acciones propias del sistema de salud para proteger a las personas destacó la atención primaria de salud (APS) en consultorios del médico de la familia y en los policlínicos, donde “se atienden en lugares diferenciados a las personas para determinar si son casos sospechosos o no.

“También es importante la identificación de los grupos vulnerables —personas con más de 60 años, ancianos que viven solos— y aquellos con enfermedades asociadas: hipertensión, asma, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), etc.”

Indicó que las instituciones sociales como casas de abuelo, hogares de ancianos, centros sicopedagógicos y otros, también son blanco importante de la vigilancia y la atención de salud.

Dijo que se refuerza la pesquisa activa realizada por el médico y la enfermera de la familia, quienes buscan síntomas respiratorios en estos grupos vulnerables, fundamentalmente.

“Cuando se encuentra un sospecho se hace el ‘control de focos’ dirigido a la evaluación integral de esa persona y la encuesta epidemiológica para buscar posibles contactos con extranjeros o no”, explicó.

Respecto al plan comunicacional dijo que la población ha logrado mayor participación y “los medios han aportado información confiable, verídica y oportuna, comunicando el riesgo real sin crear alarma”.

“Estamos tratando de que la población no se alarme, demostrando que el país está preparado y trasmitiendo confianza, seguridad y la necesidad de que los cubanos nos ocupemos en protegernos ante esta infección”, señaló Feal.

Mencionó las audiencias sanitarias del sector de la salud y en coordinación con otros sectores; la creación de materiales educativos sobre la enfermedad y cuáles son las medidas de prevención y protección; y cómo cada organismo tiene tareas específicas que cumplir, incluida la capacitación de su sector.

“Hay que reconocer los riesgos y actuar en consecuencia con ellos. Ante cualquier síntoma respiratorio acuda al médico”, alertó. “Si es un viajero evite salir del país y si regresó cumpla con las regulaciones de control sanitario internacional y acuda al médico de la familia”.

También pidió a la población identificar a otras personas con síntomas respiratorios y “favorecer su asistencia al médico”.

“Lo más importante es que la población tenga un autocuidado con responsabilidad y prudencia, mantener la vigilancia integral en la familia, y cuidar los grupos vulnerables”.

Destacó que el lavado de las manos es la medida demostrada más eficaz para prevenir la trasmisión, y vincularla con otros métodos de desinfección como el uso del hipoclorito de sodio al 0.1%, una solución alcohólica entre el 60 y 70 %, o el gel bactericida, permiten un 100 % de seguridad de la eliminación del virus.

Además, exhortó a que quienes confeccionan nasobucos los compartan con los vecinos y otros que lo necesiten porque la producción industrial se dedica fundamentalmente a quienes están más expuestos al virus: trabajadores de la salud y los enfermos que ingresan.

“Hay que estar informados y evitar noticias falsas y de mala fe”, concluyó.

Colaboradores cubanos en el exterior

Jorge Delgado Bustillo, director de la Unidad Central de Colaboración Médica informó que existen 28 760 colaboradores cubanos en 59 países, y de ellos 25 900 se encuentran en 34 países con presencia de la COVID-19.

“Todos tienen entrenamiento y capacitación con documentos y materiales enviados por el Minsap. Todos están en perfecto estado de salud y con buena disposición para el trabajo. Existe un intercambio permanente con los jefes de las brigadas médicas”.

Resaltó que la premisa de los colaboradores es la protección y la capacitación para brindar una adecuada atención médica.

Informó que en Venezuela hay un grupo de asesores para la capacitación, la prevención y la protección.

Añadió que los colaboradores cubanos se entrenan sobre este nuevo virus desde enero y actualmente existen más de 400 en entrenamiento y vinculados al IPK, a la espera de colaborar en aquellos lugares donde se necesiten, y atender varias solicitudes de colaboración médica que ha recibido el país.

 

*Este texto es resultado de una cobertura conjunta con El Toque.

Salir de la versión móvil