Las personas hablan de ruidos fuertes y de colores cuando recuerdan lo que pasó la noche del domingo. En cuestión de segundos, el cielo se puso “naranja y verde”, dicen unos; era una “bola roja el tornado arriba de la casa”, dicen otros; o era “como una nube negra, como cuando está lloviendo mucho, pero cerrado y con mucho viento”. No dio tiempo a nada. Explotaron cristales, se desprendieron ventanas y paredes, se derrumbaron los techos y echaron a volar las pertenencias de familias enteras. El amanecer del 29 de enero confirmó lo que muchos temían: la destrucción de no pocos barrios y comunidades. En esta galería de fotos, Hansel Leyva recorre algunas de las zonas más afectadas por la “nube negra” que azotó a los municipios de Regla y Guanabacoa.