El biólogo cubano Ariel Ruiz Urquiola fue citado por el juez de ejecución del Tribunal Municipal de Viñales. El día 20 de diciembre deberá estar a las 9:00 a.m. en “la sede de este órgano judicial a los efectos de la realización de la comparecencia inicial”.
El documento especifica que “su inasistencia injustificada constituiría una indisciplina grave que podrá dar lugar a la revocación del beneficio de la Licencia Extrapenal que le ha sido concedida”.
El 20 de diciembre, Ariel no irá al Tribunal porque se considera inocente.
Solo acudiré de la misma manera que me llevaron antes. Esposado, por la fuerza y, peor aún, sin decirme que iba a un juicio.
La licencia extrapenal fue aprobada debido al diagnóstico de un “síndrome afectivo-depresivo-ansioso”. Ariel cumplía prisión de un año por el delito de “desacato” que se dictaminó en un juicio celebrado el 8 de mayo de 2018. Solo fue puesto en libertad luego de 16 días de huelga de hambre y sed. Cuando salió, ningún médico se responsabilizó “con su nombre y firma” con este diagnóstico y tampoco ha “habido un tratamiento posterior”, añade Ariel en su más reciente declaración publicada por la actriz cubana Lynn Cruz en Facebook.
Una instrucción del Tribunal Supremo Popular establece el procedimiento para mantener el control de los sancionados por parte del juez de ejecución. Esto implica la citación a una comparecencia inicial donde “el juez de ejecución comprobará, de forma sistemática, su estado de salud, conducta y reingreso al establecimiento penitenciario”.
Ya Ariel ha comparecido varias veces ante el Tribunal Municipal de Playa, en la provincia La Habana, donde radica su dirección oficialmente. En este lugar le explicaron las limitaciones de la Licencia Extrapenal y le pidieron que cambiara su dirección a Viñales. “Eso no lo voy a hacer porque significaría ponerme en manos de los mismos que me condenaron injustamente”, dice.
Cuando lo visitamos en su finca, el jueves 13 de diciembre, nos comentó que desde el 18 de octubre había recibido la noticia de que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas declaraba que su detención violaba “varios artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos”.
Por ese documento supo que el gobierno cubano, a nombre de las autoridades del Ministerio de Agricultura, afirmaba que “tomando en cuenta los antecedentes de depredación forestal del Sr. Ruiz Urquiola y sus reiteradas violaciones a las normas dispuestas por el Ministerio de la Agricultura para la gestión de tierras en usufructo, incluyendo mantener la tierra sin producir, (…) decidieron iniciar un proceso para rescindir el usufructo que se le había otorgado”.
Sin embargo, nos muestra otra carta, firmada por el delegado municipal del Ministerio de Agricultura de Viñales, donde se especifica que “hasta la fecha no constaban (…) documentos ni indicaciones sobre la extinción de su usufructo”. Es del 12 de diciembre de 2018.
¿Entonces quién está mintiendo? ¿El Gobierno cubano o Naciones Unidas? Alguien está mintiendo.
El Grupo de Trabajo añadió que “teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso, y conforme al derecho internacional aplicable, las víctimas de una detención arbitraria tienen derecho a buscar y obtener reparaciones del Estado, lo que incluye restitución, compensación, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición”.
Ariel no recibió ninguna.