El jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, Ramón Pardo Guerra, insistió en la divulgación de la Guía Familiar para la Protección ante Ciclones Tropicales, un documento elaborado a partir de las experiencias acumuladas tras el paso de los huracanes más intensos que han impactado el país durante los últimos años.
La guía surgió como parte de la directiva número 1 para la reducción de desastres, emitida en abril de 2010 por el presidente cubano Raúl Castro. Dividida en dos áreas –urbanas y rurales– el documento presenta un glosario de términos y un conjunto de medidas a tomar según la fase establecida por la Defensa Civil.
En el caso de las familias residentes en zonas urbanas se insiste en la necesidad de “conocer el lugar del centro de evacuación, instalación estatal o vivienda donde se tiene prevista su protección y el plazo para la presentación al lugar establecido para la reunión y el posterior traslado”. Además, se recomienda evitar desplazamientos durante la noche y bajo la influencia de los vientos, las lluvias o inundaciones.
La guía exhorta a la preparación de un bolso o mochila familiar para situaciones de desastres, con medios y recursos indispensables entre los que se incluyen ropas para protegerse de la lluvia, calor o frío según la época del año, un radio portátil que funcione con baterías, energía solar y magneto, una linterna de mano, baterías suficientes para el radio y la linterna, velas, fósforos, alimentos que no requieran refrigeración, recipientes con agua para beber, hervida y clorada, pastillas para purificación de agua, repelentes para insectos o mosquitero, artículos de higiene personal y medicamentos que han sido prescritos para el tratamiento de enfermedades, acompañado con las recetas del médico.
Las familias residentes en las zonas rurales cuentan con información sobre cómo construir viviendas vara en tierra con recursos propios. Al recibirse la alarma temprana, las personas deben “puntualizar el estado de las obras, cuevas, vara en tierra, casas refugios o habitaciones de emergencia, y asegurar el completamiento de los recursos y medios para la subsistencia durante el impacto del evento”.
Según el meteorólogo cubano José Rubiera, los vara en tierra son “una especie de habitación más reducida, provisional e improvisada, que si bien en antaño era utilizada por los campesinos para preservarse de la intemperie o habitar transitoriamente, luego se convirtió en una construcción permanente que servía a los guajiros cubanos para protegerse de las tormentas tropicales o huracanes”.