Carlos Alejandro Rodríguez, miembro del equipo de Periodismo de Barrio, y Maykel González Vivero, fueron detenidos durante seis horas el 6 de septiembre en la localidad de Isabela de Sagua, Villa Clara, mientras realizaban entrevistas a pobladores de la zona. Ambos reporteros llegaron al lugar en la tarde y conversaron con varios ciudadanos sobre la preparación ante el paso del huracán Irma y las vivencias en ciclones anteriores.
El segundo secretario del Partido Comunista de Cuba en el municipio Sagua la Grande le preguntó a Rodríguez si tenía permiso para estar en la zona. El reportero, residente en esa provincia, se presentó como miembro de nuestro medio y explicó los objetivos del reportaje. Después de recibir esta respuesta, el funcionario indagó con las personas entrevistadas acerca de las preguntas de Rodríguez.
En ese momento, Rodríguez intentó entrevistar a la presidenta del gobierno, también presente en el lugar, sobre los planes de evacuación. La funcionaria declinó ofrecer información al respecto. Poco después, la policía detuvo a ambos reporteros sin una orden de arresto, les ocuparon la cámara y el celular y fueron trasladados, con esposas, a un punto de guardafronteras ubicado en la zona. Allí los retuvieron durante media hora más y luego los llevaron a un sitio en la carretera que conecta Isabela con Sagua la Grande donde permanecieron esperando otro auto durante una hora.
Finalmente fueron trasladados a la policía municipal de Sagua la Grande y sometidos a un proceso de instrucción penal. Los equipos que tenían fueron ocupados y los periodistas fueron desnudados y revisados físicamente por parte de los peritos y una instructora. Luego de tomarles declaraciones, las autoridades emitieron un acta de ocupación de equipos –los cuales fueron devueltos– y otra de advertencia, donde prohibían a ambos reporteros el ejercicio del periodismo. Los videos realizados por González Vivero fueron borrados de su cámara.
Periodismo de Barrio condena la detención arbitraria de periodistas en Cuba. Al hacerlo, los órganos de la Seguridad del Estado no solo limitan nuestro derecho de expresión y prensa garantizado por la Constitución, sino también la libertad de palabra de cada uno de los individuos que elige hablar con un medio de comunicación.
No es la primera vez que acudimos a trabajar en zonas afectadas por desastres naturales. Menos de tres días después de la tromba marina que dañó Playa del Caimito visitamos esta zona sin solicitar ningún permiso. Tanto los ciudadanos como las autoridades cooperaron con nosotros en las entrevistas. Seis meses después de las lluvias del 29 de abril de 2015, investigamos las principales zonas afectadas. Tres años después de Sandy, regresamos a Santiago de Cuba.
El 11 de octubre de 2016, seis miembros del equipo de Periodismo de Barrio y dos colaboradores fueron detenidos en el municipio Baracoa, de la provincia de Guantánamo. El argumento empleado fue que en Baracoa, en Maisí y en Imías no se podían realizar actividades periodísticas porque todas las poblaciones estaban bajo estado de emergencia.
Nunca existió ninguna comunicación oficial pública por parte del Presidente del Consejo de Estado anunciando el estado de emergencia, fuera del anuncio realizado el 4 de octubre de 2016 por el Estado Mayor de la Defensa Civil alertando a seis provincias cubanas antes del paso del huracán Matthew. Este último pronunciamiento no cuenta con el estatus legal requerido para decretar el estado de emergencia previsto en la Constitución.
De acuerdo con la Ley 75, “en cualquiera de las situaciones excepcionales se garantiza la no exclusión o suspensión de los derechos fundamentales de la Constitución”. Además, “la libertad e inviolabilidad de la persona están garantizadas a quienes residen en el territorio nacional”.
Periodismo de Barrio seguirá informando sobre el proceso de preparación y el paso del huracán Irma por el país aunque las garantías para el ejercicio del periodismo no sean favorables.