El periodismo es una promesa implícita de cambio. Presentarte como periodista es casi como predicar a favor de la esperanza. Cuando pides a alguien que te cuente su historia, no solo le estás pidiendo que confíe en ti, sino también que crea que compartir su relato puede ayudar a cambiar algo.
Si en San Felipe, Pueblo Nuevo, Cerro y Diez de Octubre no hubiera esperanza, este primer número de Periodismo de Barrio no existiría. En esas comunidades habaneras vive buena parte de los 10.089 damnificados por las súbitas inundaciones del pasado 29 de abril de 2015. A más de seis meses de aquellas torrenciales lluvias, nuestra publicación sale a la luz para contar qué ha pasado con esas personas.
Periodismo de Barrio nace con el objetivo de llevar al público las historias de comunidades afectadas por desastres naturales o especialmente vulnerables ante fenómenos como huracanes, inundaciones, sequías, fuegos, deslizamientos de tierra, u otros ocasionados por la incidencia del hombre. Consideramos que este es un asunto de la mayor importancia, toda vez que, en un contexto global marcado por el peligro del cambio climático, Cuba se encuentra en una de las principales zonas de riesgo.
Por eso pretendemos actuar a favor de un grupo en desventaja que forma parte de la sociedad cubana: los damnificados. El damnificado, en Cuba, por lo general es resultado de un desastre natural que muchas veces no puede ser evitado, pero también de una situación de riesgo prexistente – y sabemos que señalarlo levantará ronchas, pero precisamente ahí está la utilidad de nuestra profesión.
El barrio, para este proyecto, es el sitio donde reposan nuestras lealtades. No supone superficialidad, ni limita territorialmente el alcance de la publicación. En la localidad se expresan cuestiones nacionales y también globales, y muchas de las problemáticas que la afectan provienen de malas decisiones tomadas en otro lugar y de dinámicas ajenas a él.
Periodismo de Barrio quiere ser también un experimento en otro sentido. Somos una organización periodística cubana sin fines de lucro. Nuestro modelo de financiamiento futuro incluye la solicitud de fondos a entidades públicas y privadas en diferentes países del mundo, incluido Estados Unidos. Muchas organizaciones de ese país promueven actualmente el desarrollo de un periodismo de calidad y los aires de progresiva normalización entre ambas naciones hacen de este un momento ideal para el acercamiento. Pero queremos ser claros: no aceptaremos donaciones de ninguna institución que busque – o haya buscado – la subversión del sistema político cubano, ni de nadie que pretenda incidir en nuestra agenda. Y vamos a publicar el nombre del donante y el monto de las donaciones que recibamos. Adoptaremos un modelo donde las finanzas serán completamente públicas y estarán disponibles en nuestro sitio web y en reportes periódicos. Hacemos esto porque queremos predicar con el ejemplo a favor de una mayor transparencia en Cuba.
Periodismo de Barrio nace con licencia Creative Commons, pero quienes repliquen sus contenidos deberán atribuir el crédito debidamente a los autores, y los textos, las imágenes o cualquier otro contenido no pueden ser transformados ni usados con fines comerciales o fuera de contexto.
Apostamos por un periodismo creativo, justo y capaz de insertarse de manera armoniosa en las propuestas comunicativas actualmente existentes en Cuba. Intentaremos ser el medio donde las comunidades vulnerables vean reflejadas sus inquietudes sin toques sensacionalistas e irresponsables. Soñamos con que nuestra labor pueda ayudar a los órganos de gobierno local en la toma de decisiones. Porque Periodismo de Barrio es también un reconocimiento al enorme esfuerzo que realiza nuestro país ante situaciones de desastre.