En abril de 2014 recibí la notificación de que había obtenido una beca en la Fundación Nieman para el Periodismo de la Universidad de Harvard. Durante más de 77 años, esta fundación ha trabajado para promover y elevar los estándares del periodismo en Estados Unidos y el resto de los países del mundo y para ampliar la educación de todas las personas especialmente calificadas para ejercer esta profesión. Desde 1939, Nieman ha atraído a más de 1.400 periodistas de 193 países. En 2014, por primera vez, la Fundación recibió a una periodista cubana.
El programa de formación incluyó charlas, seminarios, participación en eventos, diálogo con estudiantes y la posibilidad de matricular cualquier clase en Harvard o MIT que contribuyera a perfeccionar nuestras habilidades periodísticas. Durante estos nueve meses he estado asistiendo a clases vinculadas con el futuro del periodismo, el uso de estadísticas para la evaluación de políticas públicas, la inmigración en Estados Unidos desde perspectivas literarias y religiosas, entre otros. Asimismo, he tenido acceso a charlas de expertos de todos las escuelas de la Universidad: College, Educación, Negocios, Religión, Derecho y Gobierno.
Como parte de esta experiencia, considero importante compartir todos los conocimientos a los que he tenido acceso y contribuir a mejorar la calidad del periodismo cubano. Como profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, he trabajado durante ocho años en la formación de futuros periodistas. Al mismo tiempo, soy deudora de todos los aprendizajes que obtuve de mis prácticas laborales en medios de prensa cubanos durante mi carrera, de mi trabajo junto a excelentes periodistas en Inter Press Service y de todos los espacios de formación en universidades cubanas, españolas y estadounidenses en los que he participado.
Durante mi periodo como Nieman Fellow recibí un estipendio de 65.000 dólares, distribuidos durante los diez meses de duración de la beca. Luego de asumir todos los gastos de la estancia, la renta, el seguro médico, la alimentación, el transporte y del pago de los impuestos en Estados Unidos – pues este no es libre de impuestos -, decidí utilizar mis ahorros para la creación de una nueva organización periodística en Cuba. Lamentablemente, Cuba aún no permite el registro de medios de comunicación, pero esto no ha impedido que surjan múltiples iniciativas ciudadanas que conviven con los medios estatales y con la prensa extranjera acreditada en la isla.
“Periodismo de Barrio” es el resultado de múltiples aprendizajes. En 2010, mientras intentaba entender cómo funcionaban realmente las estructuras del Poder Popular a nivel local en Cuba, decidí que quería formar parte de las mismas y fui elegida como delegada a la Asamblea Municipal del Poder Popular. Durante mis dos años y medio de gestión perdí muchas batallas en mi circunscripción, pero dos momentos esenciales me mostraron el enorme poder que podían tener estas estructuras. Como resultado de la gestión de sus delegados y del trabajo conjunto con el pueblo, Campo Florido no fue incluido en la provincia de Mayabeque durante la última división político administrativa, elemento que reconoció públicamente el presidente cubano, Raúl Castro, durante una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular televisada. En el segundo caso, luego de más de cinco años y gracias a toda la información recopilada por los vecinos, pudimos poner fin a la presencia de grupos electrógenos en el Caserío de Guanabo, que afectaban notablemente la salud de los residentes en la zona. Ninguna de estas dos pequeñas victorias hubiera sido posible, sin embargo, sin la presencia de un espacio de comunicación individual que visibilizara a nivel nacional e internacional estos esfuerzos.
Como parte de mi trabajo en la corresponsalía de IPS en Cuba aprendí que las historias estaban en la sociedad civil. IPS, desde su fundación, ha promovido un periodismo comprometido con el Sur Global y, en el caso de Cuba, se ha enfocado desde su llegada a La Habana, hace más de treinta años, en temas como género, población, desarrollo local, cambio climático, entre otros. Esta profunda vocación de servicio público ha sido de especial ayuda en la creación de este proyecto. Otros medios estatales cubanos también abordan las temáticas relativas al desarrollo local y la adaptación al cambio climático. En este sentido, “Periodismo de Barrio” pretende continuar estos esfuerzos liderados por otros medios.
Dos horas antes de las lluvias en La Habana ocurridas el pasado 29 de abril, había donado 25 dólares a la campaña de recaudación de fondos para Nepal. Es una cifra simbólica para las múltiples necesidades que tiene ese país, pero nuestra vocación solidaria impide quedarnos de brazos cruzados. Varios videos publicados por ciudadanos en Internet y numerosos reportes de prensa dan cuenta de las enormes pérdidas sufridas en Cuba luego de las lluvias. Las personas afectadas tardarán años en recuperar todo aquello que se fue con el agua, y los medios de comunicación necesitan seguir el ciclo de las noticias. Este hecho me ayudó a comprender mejor la figura del “damnificado”.
¿Quién es el damnificado? Una minoría en desventaja social que forma parte de la realidad cubana. Ser damnificado no es usualmente una condición permanente, como sí lo es ser mujer, homosexual, transexual o negro, algunos de los grupos sociales que reciben más atención de los medios de comunicación. El damnificado, en Cuba, es el resultado de un desastre natural que muchas veces no puede ser evitado y de una situación de riesgo que no surge en el momento del desastre natural. En un contexto mundial donde el cambio climático no puede ser negado, la condición insular de Cuba la convierte en una de las principales zonas de riesgo.
Intentando seguir con una tradición personal de un periodismo profundamente humano, respetuoso y sensible al dolor ajeno, “Periodismo de Barrio” intentará ofrecer una perspectiva compleja sobre esta realidad. Aunque el acceso a las fuentes en Cuba es sumamente complejo, nuestra ubicación junto a las personas y no a las instituciones, y el acceso a los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular facilitan el desarrollo de este proyecto.
“Periodismo de Barrio” deberá intentar ser el medio donde las comunidades vulnerables vean reflejadas sus inquietudes sin toques sensacionalistas e irresponsables. Deberá intentar ser un mecanismo de ayuda a los órganos de gobierno local en la toma de decisiones. Deberá convertirse en un referente del periodismo desde y para las comunidades. Deberá ser, además, un laboratorio de experimentación periodística donde la escritura creativa, el uso de imágenes, videos, y la incorporación de roles como el fact-checking tengan cabida. Periodismo de Barrio será “paquete-first”, anclado en la realidad de conectividad cubana.
Considero que un medio con estos estándares de calidad demanda de un equipo de trabajo con excelentes niveles de formación, compromiso, experiencia profesional, competencias y habilidades. Por ese motivo, nuestra convocatoria está abierta a todos los interesados. No creo en los medios que se crean sobre lealtades de amigos, sino sobre respeto de colegas. En este sentido, aunque el equipo principal será pequeño, todos sus integrantes tendrán iguales derechos en el proceso de toma de decisiones, de selección de la agenda, de estrategias de financiamiento y cualquier otro elemento vinculado con el manejo del medio. Creo, además, en la necesidad de reivindicar el valor del trabajo y por este motivo se ofrecen salarios que estén más acordes con los gastos reales de un cubano promedio actualmente.
Seguiré explorando otras alternativas de financiamiento que logren mantener el proyecto funcionando y creciendo por al menos cinco años consecutivos. Dentro de estas alternativas se incluye la solicitud de fondos a entidades públicas y privadas en diferentes países del mundo, incluido Estados Unidos. Numerosas organizaciones ubicadas en este país promueven actualmente el desarrollo de un periodismo de calidad y creo que las recientes conversaciones entre los presidentes de ambas naciones hacen de este un momento ideal para el acercamiento.
La transparencia que me caracteriza será el principio fundamental de “Periodismo de Barrio”. No aceptaremos donaciones de ninguna institución que trabaje para la subversión del sistema político cubano. No aceptaremos donaciones de ninguna organización que pretenda incidir en nuestra agenda. No aceptaremos donaciones de ninguna organización que no esté dispuesta a que su nombre y el monto donado sea publicado en nuestro sitio web. Adoptaré un modelo donde las finanzas del medio y los salarios serán completamente públicos y estarán disponibles en el sitio web y en reportes semestrales, con la esperanza de incidir también en el aumento de la transparencia en Cuba.
“Periodismo de Barrio” es una apuesta por el periodismo de calidad, independiente, justo, y capaz de insertarse de manera armoniosa en las propuestas comunicativas actualmente existentes en Cuba. Es, también, un enorme reconocimiento a los esfuerzos que realiza Cuba ante situaciones de desastre.
Les felicito. Vuestro proyecto es periodístico, honesto y transparente. Ya han buscado más de un pretexto para criticarlos y demonizarlos. Hagan oídos sordos y no se dejen provocar. Sigan reportando sobre la gente y sus problemas. Les deseo muchos éxitos.